10 DE MAYO

Perfil de una madre

Pensar en el festejo del Día de la Madre mexicana es reflexionar en un amplísimo y complejo campo de percepciones

En México este 10 de mayo se conmemora el Día de las Madres.
En México este 10 de mayo se conmemora el Día de las Madres. Créditos: Pixabay
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Lo que comenzó siendo un evento y convocatoria para lectores de un diario de circulación nacional en los años 20, en 1949 el entonces presidente Miguel Alemán Valdez lo institucionaliza y conmemora con todo y un monumento obra de Luis Ortiz Monasterio y a partir de ese 10 de mayo de aquel año, la sociedad mexicana, las familias, los colegios y las empresas de servicios se vuelcan en su celebración. Con todos los estereotipos, arquetipos y patrones patriarcales -paradójico como es México- que eso significa.

Las décadas posteriores a la formalización del estado de un día para conmemorar a las madres, se produjeron una serie de discursos en la radio, el cine, la prensa y la televisión en torno a la figura y los roles que la madre mexicana debía cumplir como expresión de su identidad, reflejado a su vez en sus actividades y objetos que definirían su rol: un merchandising completo: cosméticos, atuendos, instrumentos domésticos para las labores del hogar, palabras y conceptos para calificar el amor materno… rentabilidad al derecho de la procreación que funciona hasta nuestros días a pesar de los nuevos tiempos, discursos y derechos conquistados por colectivos de mujeres en torno a su rol, papel y ruptura de esquemas patriarcales que sujetaban y limitaban a funciones meramente reproductivas a las mujeres. Hasta llegar a replantearse en nuestros días que el festejo –si debe seguir– debe ser cambiado por el concepto más amplio de día de las familias, que amplía y abre nuevos debates sobre su forma, el derecho a paternidades y maternidades responsables y compartidas, cuidadores y educadores de hijos propios y adoptados y vientre subrogado, entre otras expresiones de este limitado y anquilosado concepto de madre al estilo Amparo Rivelles en la película “Cuando los hijos se van”.

¿Por qué es pertinente replantear el festejo y el concepto del día de las madres?... En cifras y realidades a todo terreno están las respuestas: en México 7 de cada 10 mujeres que tienen un empleo son madres de entre uno y tres hijos; hacen doble o triple jornada y sólo una es remunerada, por lo que sus trabajos son en la informalidad en un 75%, con menores salarios o con jornadas reducidas para cuidar de sus hijos y atender las labores del hogar.

Según los lados del Instituto Mexicano de la Competitividad (IMCO) en nuestro país hay poco más de 52 millones de mujeres de 15 años en adelante y de este grupo el 72% son madres y el promedio de formación académica es de primaria terminada, es decir, lo que convierte en una fórmula de baja de oportunidades de desarrollo y proyecto de vida para ellas, porque sólo 4% de las mujeres económicamente activas y que son madres son universitarias y con mejores salarios. Con una desventaja del 80% de promoción laboral y académica con respecto al hombre padre de familia.

En cuanto a la maternidad y al hogar más del 85% de las madres que son asalariadas deben de además hacerse cargo de las labores domésticas, del cuidado de hijos y el 55% de la educación de ellos, lo que hace inequitativo su crecimiento y desarrollo personal o profesional y 2 de cada 10 mujeres trabajan por su cuenta para apoyar la economía doméstica sin desatender sus funciones y roles sociales del hogar. Aunque los censos económicos no las consideran madres trabajadoras su aportación económica a la familia contribuyen a la dinámica social.

Por ello, pensar en el festejo del Día de la Madre mexicana es reflexionar en un amplísimo y complejo campo de percepciones, de deudas en materia de Derechos Humanos y laborales, colectivos e individuales donde hay vacíos legales, en cuanto a políticas de paternidad compartida, de protección a la infancia y erradicar las costumbres y prácticas de maternidad en niñas y adolescentes y legislar en materia de derechos laborales equitativos de género.

Y como epílogo, por favor no regalen a sus madres, esposas o compañeras de trabajo utensilios para el hogar o labores domésticas, es un agravio a las mujeres, por ahí comienza el machismo de estas celebraciones patriarcales y heteronormativas que hay que ir cambiando.

Abramos la discusión: @salmazan71