HÉCTOR ZAGAL

¡Gracias por 13 años!

El Banquete del Dr. Zagal es el resultado de un trabajo de equipo que ha creado un espacio ameno y simpático donde se fomenta la cultura.

Créditos: Pixabay
Escrito en OPINIÓN el

Si tuvieran una hora a la semana para conversar con muchas, muchas personas, ¿de qué sería platicarían? ¿De qué charlarían? ¿Cómo aprovecharían la posibilidad de hablar frente a un micrófono de radio? En mi caso, una puerta se abrió hace trece años para hablar de historia, cultura, filosofía y, por qué no, comida.

Como seguramente sabrán quienes me conocen aunque sea un poco, siempre he tenido una fascinación por la comida. En la preparatoria, leí los cantos homéricos; pasado un tiempo, lo que más recordaba de ellos eran las carnes asadas que, a la mejor
provocación, se sirven en la Ilíada y la Odisea, carne acompañada de negro vino y de pan de trigo.

Es cierto: peco de gula y soy glotón. Esas razones serían suficientes para entender por qué mi programa de radio se llama El Banquete del Dr. Zagal, aunque el nombre también es un guiño al diálogo platónico El Banquete, en griego, Simposio, que, por cierto, también inspiró el famosos programa de radio de Ikram Antaki (1948-2000) Una de las peculiaridades de la mayoría de las obras de Platón es su forma dialógica.

En ellos, se ejerce la mayéutica, el arte de “dar parir ideas” gracias a un juego de preguntas y respuestas. Platón, valiéndose de la voz de Sócrates, emprende viajes de autodescubrimiento entre discípulos y adversarios que desembocan en el verdadero
saber.

Cuando Mariano Domínguez y la Familia Vargas me invitaron a participar a la radio hace trece años, una de las ideas que transmitieron es que no querían una solemne “conferencia semanal”, sino un diálogo chispeante, una tertulia fresca y ligeramente
irreverente entre un hombre mayor y gente joven. A lo largo de estos años, así lo hemos intentado hacer en El Banquete.

Para algunos, la historia suele ser un dolor de cabeza para muchos en la escuela. No es sorprendente que sea así. Hay sucesos históricos que son complejos, pues requieren del conocimiento de contextos y antecedentes especiales.

Incluso en el programa nos es difícil hablar de ciertos temas como, por ejemplo, la composición política del Sacro Imperio Romano Germánico.

Sin embargo, el hecho de que haya varios locutores, de distintas edades, con sus propios saberes y su propia sazón, hace que el programa no sea una cátedra académica y sino una conversación donde todos intentamos reír y aprender.

Lo de reír no es asunto menor: la cultura no tiene por qué ser amargada y aburrida. El Banquete del Dr. Zagal es el resultado de un trabajo de equipo.

Cuando Kant explicaba qué era la Ilustración, escribió: “Sapere aude! (¡Atrévete a saber!) Éste es el lema de la Ilustración y del programa. La frase era una exhortación para asumir la propia responsabilidad en la vida: atreverse a pensar por nosotros mismos.

“Todos los humanos tienden a saber”. El anhelo de conocimiento es tan noble como natural. Dedicar una hora a la semana a crear un espacio ameno y simpático donde se fomente la cultura y sigue siendo el motivo suficiente para trabajar semana tras semana en un programa más.

No me queda más que agradecer a todos aquellos que desde hace trece años han hecho posible este proyecto. Gracias, en primer lugar, a la Familia Vargas y a todo el equipo y directivos de MVS Radio, el Chino, Mariano, Héctor, Felipe, Guillermo…; gracias a Juan Carlos Castillo, a Eduardo Rivadeneyra, Karla Aguilar, Alejandro Sada, Pepe Huicho, Gabriel Nares, Matías Forero, Tere López, Héctor Tapia, Pablo Alarcón,Víctor Gómez Villanueva, Guillermo Manning, Oscar Sakaguchi y Uriel.

Pero, sobre todo, gracias a ustedes que nos escuchan. Y ya que estamos encarrerados, nos caería de perlas un patrocinador, je, je. Ahí se los encargo. Queremos llegar a nuestras bodas de oro en la radio.Sapere Aude! ¡Atrévete a saber!
@hzagal