Esta es la pregunta que todos los norteamericanos ponderan mientras la ciudad de Nueva York continúa preparándose por posibles disturbios, ya que Trump en un tweet dijo que lo iban a arrestar el pasado martes 22 de marzo y llamó a sus seguidores a organizar grandes manifestaciones en su defensa. Estamos seguros de que si hubiera una orden de arresto al igual que en Mexico no se le informaría a nadie. Lo que Trump publicó no tiene sentido, pero sus seguidores caen redonditos en las campañas publicitarias de Trump.
La investigación que se está llevando a cabo en el estado de Nueva York es por el posible delito de falsificación de facturas de la Sociedad Anónima Holding de Donald Trump, así como violaciones a las leyes electorales por no haber reportado gastos que se hicieron justo en la víspera de las elecciones presidenciales de 2016.
Michael Cohen exabogado personal “concigliere” de Donald Trump admitió en 2016, pagar a una “actriz” $150,000 para que no vendiera a un periódico amarillista la historia sobre la relación que supuestamente tuvo con Trump. Michael Cohen fue condenado a 3 años en una prisión federal por haber mentido a las autoridades que investigaban el supuesto pago. Michael Cohen escribió un libro titulado Desleal Una Memoria, en el que describe a Trump como “…un tramposo, mentiroso, fraude, intimidador, racista, depredador sexual y estafador…”. Tengamos presente que es muy diferente ser acusado de ser un “condenado” por ser un maldito, perverso, endemoniado, malévolo a ser condenado por un juez penal por ser declarado convicto, culpable, penado, sentenciado, procesado. A finales de 2016, el Fiscal General de Justicia de Nueva York comenzó a investigar a Trump por el mismo delito pero el Fiscal General de Justicia de la República, William Bahr despidió al Fiscal General de Justicia de Nueva York blindando a Trump de cualquier investigación, transformando al Departamento de Justica como si fuera el propio despacho defensor del presidente Trump.

Sabemos que existen una infinidad de investigaciones contra Trump, empezando por el asalto al Capitolio del 6 de enero de 2021, que supuestamente fue planeado por Trump quien intentaba un "golpe de estado"; así como la investigación en Atlanta, Georgia donde Trump presionó al Secretario de Estado republicano para que “encontrara” 11,000 votos para impedir el triunfo de Joe Biden; así como la investigación que se lleva en Washington D.C. por el Procurador General de Justicia, sobre los archivos con sellos por ser altamente secretos para la seguridad nacional, que se encontraron en la casa de Trump en Florida. Jack Smith, quien es el fiscal de Florida encargado de esta investigación, ha llamado para que testifiquen ante el gran jurado a los propios abogados de Trump y a todo el personal que trabajaba en su casa y en el hotel. El Tribunal Colegiado en D.C. ordenó a los abogados de Trump a entregar al Fiscal de Florida todos los documentos que se le habían requerido, ya que la defensa de comunicación confidencial-privilegiada entre Trump y sus abogados no aplica, pues se trata de una investigación penal. En fin y no sigo con la lista de los problemas legales que enfrenta Trump hoy en día pues son muchos.
No es nada nuevo para el norteamericano que un político sea acusado y condenado por la comisión de un delito grave. Recordemos que, en octubre de 1973, Spiro Agnew, vicepresidente de Estados Unidos renunció en desgracia el mismodía que fue acusado de evasión de impuestos. El presidente Richard Nixon también renunció en agosto de 1974, por el escándalo de Watergate. El diputado de Ohio James Anthony Traficant Jr. fue condenado en 2002 por el delito de recibir mordidas y presentar Declaración de Impuestos falsas. El gobernador de Texas Rick Perry en 2014 fue acusado de intimidar a empleados del condado. John Edwards senador por el estado de Carolina del Norte y candidato a la vicepresidencia en 2011, fue acusado de entregar dinero (mordida) durante su campaña política para que el público no supiera que tenía una hija ilegitima. Edwards fue condenado por no reportar estos gastos de acuerdo con las leyes electorales.
En los pasados 3 años han sido acusados penalmente 3 senadores estatales, 3 diputados estatales, 1 diputado federal, 1 diputado federal retirado, el Auditor General del Estado de Delaware, el presidente del Partido Republicano de Carolina del Norte y muchos otros más han sido condenados. No hay razón o motivo para que el publico hoy crea que se avecina una guerra civil. Pudiera ser que los simpatizantes de Trump soñaran con la caída de la república. Nosotros confiamos que el sistema legal en los Estados Unidos sobrevivirá a los ataques de Trump y sus seguidores, ya que ha demostrado tener una gran experiencia y está altamente preparado para acusar a un político de haber cometido un delito.
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