El inicio de febrero trajo consigo una de las noticias más tristes de la historia del metal. Sabemos que en algún momento llegaría, pero siempre tendemos a pensar que nuestros grandes ídolos musicales son eternos; pero además de ser nuestros héroes, y no de un día, son simplemente seres humanos por los que pasa el tiempo.
Este miércoles, Ozzy Osbourne, el Padrino del Heavy Metal, el Príncipe de las Tinieblas, el Madman o el Padre de Todo, como cariñosamente le llama quien escribe estas líneas, anunció la cancelación de su gira “No More Tours”, en la que compartiría escenario con los otros ‘metal gods’, Judas Priest y había logrado reagendarse. Esta vez parece la definitiva.
En este anuncio publicado en sus redes sociales oficiales, Ozzy empieza diciendo que era la cosa más difícil que había tenido que hacer, y es que, luego de superar cirugías, enfermedades, tener que posponer y reagendar este tour europeo tres veces, se había dado cuenta de que simplemente no sería capaz de cumplirlo en su totalidad debido a su condición de salud.
En este tiempo, Osbourne pasó por tres operaciones, tratamientos con células madre, interminables sesiones de fisioterapia y los tratamientos cibernéticos más avanzados por una lesión en la columna vertebral; intentaba fortalecerse para emprender esta gira que tenía pendiente desde hacía cuatro años, y finalmente, tuvo que admitir que su cuerpo se mantenía físicamente débil aun cuando su voz para cantar está bien y su único propósito durante este tiempo había sido regresar al escenario.
“Nunca había imaginado que mis días de tour terminarían de esta forma”, se leía en el mensaje con mucho pesar del británico y agregaría que su equipo estaba pensando en ideas en las que él pudiera presentarse sin tener que viajar de ciudad en ciudad y de país en país y expresó: “créanme cuando digo que la idea de decepcionar a mis fans realmente ME JODE, más de lo que nunca sabrán”.
Esta decisión sigue siendo de los temas más comentados en redes sociales por lo que significa que una figura tan trascedente para el heavy metal esté terminando esta etapa de su carrera intentándolo todo para que no sucediera.
Ozzy Osbourne es una figura indiscutiblemente esencial en la historia del rock, en la invención y desarrollo del heavy metal, así como de la fortaleza de la presencia escénica del género con Black Sabbath y aún como solista después de dejar la mítica banda; y en la creación de algunos de los más grandes mitos y fantasías irreverentes propias de su carrera musical.
Y sigo escribiendo en primera persona aun con toda la incorrección de los textos periodísticos:
Había estado esperando cuatro años para tener este concierto entre las manos. Hace tres años (en 2020 antes de la declaración de la pandemia por covid19) planeé unas vacaciones a Europa sólo para ver a Ozzy Osbourne junto a Judas Priest en Dublín, capital de Irlanda, en la primera ronda de fechas agendadas de la malograda “No More Tours”. Finalmente a pocas semanas del inicio de las presentaciones, todas las fechas fueron pospuestas hasta nuevo aviso; los tickets se respetarían para las siguientes fechas que se agendaran o bien, se reembolsarían. En ese entonces, hubo decepción, vacaciones sin concierto y algo de esperanza en que se repusieran los shows.
En el pasado diciembre, las fechas en Europa y Reino Unido se colocaron por tercera vez, ahora para el verano. El entusiasmo y la expectativa era mayores, pues aunque se había anunciado el mismo contenido (Ozzy Osbourne y Judas Priest), en esta ocasión, se habían agregado paquetes con lugares privilegiados, accesos exclusivos a backstage, trato VIP en los que se ofrecía meet&greet con Ozzy y hasta una sesión de preguntas y respuestas con él. La oferta era idílica y debido a las recientes posposiciones de los shows era claro que ésta podría haber sido de las últimas o la última oportunidad de conocer en persona al Padre de Todo. El verano de este 2023 sería la última oportunidad y hoy sabemos que la última oportunidad quizá no llegue en este año ni en ningún otro.
Aunque quisiéramos que nuestros ídolos fueran eternos, estamos ante una estrella que, duele admitir, se extingue poco a poco. Ozzy, gracias por ser auténtico, por ser lunático, por ser atrevido, por ser valiente, por ser irreverente; gracias por darle forma, estética y controversia al gran género que ayudaste a crear con tu banda, tu mítica banda; eres una leyenda viviente.
TRACK BY TRACK
TRACK 01.- Nominados al Salón de la Fama del Rock & Roll. Esta semana fueron revelados los nominados a la inducción al Rock & Roll Hall of Fame y entre ellos están: Joy Division / New Order, Rage Against The Machine, Soundgarden, The White Stripes y de nueva cuenta Iron Maiden, entre otros. Bruce Dickinson, Steve Harris, Nicko McBrain, Adrian Smith, Dave Murray y Janick Gers han sido nominados como banda en otras ocasiones y no los han inducido en más de 25 años en que ya son elegibles, y en su lugar, los dueños del Salón han dado excusas en las que se deslindan de la decisión de no incluirlos en su selecto grupo. El año pasado finalmente fue el turno de Judas Priest, quizá 2023 sea el de Iron Maiden.
TRACK 02.- John Fogerty al fin dueño de su música. Hace unos días, Fogerty se enteró que había recuperado los derechos del catálogo de canciones de Creedence Clearwater Revival tras medio siglo de litigios; con lo que pudo obtener incluso, el poder de decisión sobre dónde y cómo pueden ser utilizadas o no. En los días subsecuentes, hemos leído a un Fogerty lleno de felicidad y entusiasmo que ha enviado varios mensajes a sus seguidores donde expresa que incluso, le parece increíble que esa pesadilla hubiera terminado. Nos quedamos con este mensaje suyo: “No se puede separar el arte del artista. He estado escribiendo canciones toda mi vida y estoy contento de tenerlas de vuelta como mías”. Parece increíble que no se haya reconocido su derecho como autor y dueño hasta ahora, desde 2004, compró una participación mayoritaria en los derechos del catálogo de la banda a Concord Records.
BONUS TRACK.- El 2 de febrero de 1981, fue lanzado el segundo álbum de Iron Maiden; ésta sería la última producción del grupo con la voz de Paul Di’Anno y el que iniciaría la consolidación de la banda como una de las más sobresalientes de ola de heavy metal británico.
Recuerden que la mejor música es la que se escucha ¡a todo volumen!