Las cenas de Nochebuena y las comidas de Navidad son tan importantes como los regalos o los nacimientos. ¿Qué navidad estaría completa sin ellas? Son el pretexto perfecto para reunirnos con los que más queremos, aunque no faltan las fricciones familiares.
En esta ocasión, sin embargo, no les hablaremos de los platillos clásicos. Conocemos bien el pavo, los romeritos, el lomo y el bacalao. La diversidad de platillos que se sirven en el mundo los sorprenderá. Hoy hemos preparado un menú especial lleno de tradiciones, historia y majares traídos desde diferentes partes del mundo.
Entremés: Lanttúlátikko
Es un budín de colinabo que se sirve desde tiempos medievales en las cenas decembrinas de Finlandia. Hablamos del lanttúlátikko, un puré de rutabaga, un tubérculo, mezcla del nabo y la col, especiado con nuez moscada y jengibre.
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Finlandia es un país en donde más de la mitad de su población es cristiana. Propiamente hablando, el catolicismo llegó a Finlandia en el siglo XII, por intervención del rey Éric IX de Suecia. Sin embargo, durante la Reforma, Finlandia, como otros países nórdicos, abrazo rápidamente la Reforma.
Durante la navidad, las familias finlandesas suelen comer lanttúlátikko y otra gran variedad de purés de tubérculos. Esto se debe a que, a finales de noviembre, termina la temporada de cosecha. Hay que prepararse para el duro invierno. Aquí aparecen los tubérculos que se cosecharon. Su conservación los hace muy populares.
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Además, algunos piensan que la verdadera residencia de Santa Claus se encuentra en Finlandia y no en el Polo Norte, como creen los estadounidenses. Es probable que Papá Noel sea originario de Laponia. Por lo mismo, hoy se encuentra la Santa Claus Village encuentra en los límites del círculo polar ártico.
Entrada: Halászlé
Directo de Hungría, y como entrada, les tenemos preparada una sopa de pescado con base de cebolla y pimentón: la Halászle. Como Hungría no tiene ningún mar, consumen pescado de los ríos Danubio y Tisza. Fueron precisamente los pescadores de estos ríos a los quienes se les atribuye el origen de la Halászle.
El cristianismo llegó a Hungría en el siglo XI, cuando su rey, Esteban I lo adoptó como su religión. Con la reforma luterana paso lo mismo que con Finlandia: gran parte de los creyentes, el 90 por ciento, cambiaron su postura y se volvieron protestantes. Sin embargo, los reyes católicos húngaros condujeron campañas militares durante la contrarreforma y reestablecieron el catolicismo de la zona. Hoy el 67 por ciento de la población es católica, y el 25 por ciento, protestante.
El menú de las cenas navideñas en Hungría suele estar conformado por semillas, pescados de río (carpa o brema), col rellena, filete de cerdo, salchichas, pavo relleno, etc. Además, además de las tradiciones navideñas cristianas, perviven otras de origen precristiano. Las mujeres, por ejemplo, no se lava ropa durante el 24 y 25 de diciembre para propiciar un año próspero.
Plato fuerte: Asado negro
Para los paladares que desesperan, ha llegado el plato fuerte: el asado negro o asado criollo. Este consiste en una pieza de muchacho redondo que se prepara con salsa inglesa, se marina con ajo y se sirve con otras verduras picadas. Al final se sella con azúcar que, al quemarse, se vuelve negra. (Tranquilos, no se usan seres humanos como ingredientes. El “muchacho” es un tipo de corte de la res que, en otros lugares, se conoce como “redondo de ternera” o “cuete”).
Las tradiciones venezolanas en Navidad son muy parecidas a las de los mexicanos y otras naciones hispanoamericanas. La religión cristiana también llegó a su territorio tras las conquistas españolas.
El asado negro se puede servir perfectamente en la cena navideña, aunque también se suele servir como plato dominguero. Otras opciones navideñas de Venezuela son las hallacas (masa de maíz rellena de diferentes guisos, muy parecidos a los tamales) o el pan de jamón, un pan relleno de jamón que fue inventado por un panadero en Caracas a inicios del siglo XX. Otro día les contamos porque este jamón se consideraba un platillo de fiesta…
Postre: Buccellato
Como postre, tenemos el Buccellato, un tipo de pan dulce proveniente del sur Italia. Tiene forma de corona. Se decora con frutas confitadas, por lo que es probable que tenga influencias árabes, quienes enseñaron a Europa a cristalizar o escarchar las frutas. Por su etimología, sabemos que su nombre en español es algo así como “bocadillo”.
A igual que en México, en algunas partes de Italia se queman fuegos artificiales en toro a la Navidad. Probablemente costumbre proviene de los tiempos de Marco Polo, quien conoció la pirotecnia en la antigua China. En la actualidad, Italia es el país europeo que mayor cantidad de fuegos artificiales utiliza durante estas fechas. También es habitual hornear durante la navidad italiana un timbal de pasta con salsa de tomate, carne, mozzarella y queso parmesano.
La tradición italiana dicta que toda la familia debe reunirse el 24 de diciembre para el cenone. Luego, tras comenzar el Año Nuevo, se debe comer un tipo de salami llamado zampone, que representa la abundancia, el dinero y la buena suerte.
¿Qué opinan del menú? Es buena opción para salir de la rutina. Además, tienen bastante tiempo para conseguir hasta los ingredientes más exóticos.
¡Atrévete a saber! Sapere aude!
@hzagal