HÉCTOR ZAGAL

¡Aguas con el agua!

El Sistema Cutzamala, que abastece de agua a la CDMX, se encuentra actualmente en los niveles más bajos de su historia.

El Sistema Cutzamala, que abastece de agua a la CDMX, está en sus niveles más bajos de su historia.
El Sistema Cutzamala, que abastece de agua a la CDMX, está en sus niveles más bajos de su historia.Créditos: Foto: Pexels
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La CDMX, en muy buena medida, bebe del sistema Cutzamala. Doce de las dieciséis alcaldías de la ciudad se abastecen parcialmente de él y, aproximadamente el 26 por ciento del agua que llega a la zona metropolitana del valle de México, proviene de allí. Sin embargo, de un tiempo para acá, hemos presenciado una crisis hídrica que, de no atenderla como se debe, podría complicarnos severamente el acceso al agua en tan sólo unos meses. Se nos vienen tiempos difíciles.

El 11 de noviembre, el sistema Cutzamala redujo el suministro a la zona metropolitana de 12.2 metros cúbicos por segundo a 9.2. Este cambio, que es la cuarta reducción en poco más de un año, responde a una situación clara: el Cutzamala se encuentra actualmente en los niveles más bajos de su historia. De su capacidad de 782 millones de metros cúbicos, apenas el 39% (311 millones) tiene agua.  

Si no se aplicaba esta reducción, los pronósticos señalaban que, para abril de 2024, el almacenamiento del Cutzamala llegaría a su mínimo de 155 millones de metros cúbicos. De cruzarlo, ya no se podría enviar más agua a la ciudad. ¿Se dan cuenta de la gravedad de la situación?

Los motivos de este desabasto son varios. En los últimos cuatro años, gran parte del país se ha enfrentado a sequías y falta de lluvias. Aunque se pronosticaron lluvias abundantes para el verano en la región del sistema Cutzamala, la verdad es que llovió muy poco y no en los lugares claves.

Es obvio que las lluvias no dependen del gobierno. Aun así, me parece las autoridades comiencen cuanto antes una campaña muy agresiva en la zona metropolitana para promover el ahorro del agua y prevenir la escasez. En mi entorno social, no percibo la menor preocupación por los niveles del Cutzamala.   

La reducción de la presión me parece una buena estrategia, pero, quizá la acción más importante sea diagnosticar dónde se gasta y pierde más agua en la zona metropolitana.

Según datos del Sistema de Aguas de la Ciudad de México (Sacmex), de 2019 a 2022, se repararon 42 mil 47 fugas tanto en la red primaria como en la secundaria. Los años de 2022 y 2021 han sido los que más han reportado fugas, con 14 mil 364 y 15 mil 239 respectivamente. Pero aquí viene lo alarmante: el Sacmex estima que el 40 por ciento del agua potable que llega a la ciudad se pierde en estas fugas. Esta debe ser la estrategia clave para mitigar la escasez que se avecina. De poco sirve que ahorremos agua al bañarnos o al lavarnos los dientes, si el 40 por ciento del agua potable se desperdicia en fugas.

Sin embargo, la estrategia de reparación debe estar acompañada de otras acciones.

Primero, se deben diagnosticar cuáles son las actividades que más agua gastan y, luego, encontrar alternativas de ahorro. Si se lava un coche con cubeta, se calcula que se pueden gastar hasta 50 litros. En cambio, si se lava con una de esas poderosas mangueras que expulsan 10 litros de agua por minuto, la cifra sube hasta 500. ¿Se imaginan cuánto deben gastar los autolavados?

Los estadios y campos de futbol y beisbol también demandan grandes cantidades de agua para su riego. Una cancha profesional de fútbol con pasto natural requiere de 52 mil litros diarios. Una cancha híbrida, como la del Estadio Azteca, apenas necesita 5% menos. Y mejor no hablar de los campos de golf, que utilizan pocas personas. Tal vez sea el momento de jugar basquetbol y del volibol en CDMX.

En el país, la agricultura y la ganadería consumen entre el 68 y 70 por ciento del agua, la industria y las hidroeléctricas cerca del 14 por ciento, mientras que el uso doméstico consume sólo el 10 por ciento. Pero el dato es más alarmante, el 57 por ciento del agua que consume la agricultura y la ganadería se desperdicia por infraestructura deficiente (ver enlce). En otras palabras, para ahorrar agua debemos enfocarnos en el campo. Los otros ahorros son marginales y de poco impacto.

Desconozco cuánto agua gasta la agricultura en la zona metropolitana y su impacto positivo en el PIB de la región. En algunos países europeos que sufrieron sequías severas, se pagó a algunos agricultores para que no sembraran durante la sequía, en el supuesto, claro está, de que los alimentos se podían importar de otras regiones. Sugiero estudiar los pros y contras de un plan análogo para enfrentar la seguía del año próximo.

Pero no se trata únicamente de evitar el consumo, sino también de incentivar la captación del agua. Es una medida de largo y mediano plazo. Debe llover para que las presas y los sistemas hídricos se abastezcan. Este viernes, durante la segunda reunión del Consejo de Desarrollo Metropolitano del valle de México, se manifestó la intención de reforestar la zona de Cutzamala para atraer humedad a los bosques y generar lluvias que reestablezcan el almacenamiento del agua. Me parece una estrategia necesaria, aunque también debe combatir la tala ilegal y las invasiones de zona de recarga en las partes boscosas que rodean la zona metropolitana. Es una realidad que los invasores siguen apoderándose de zonas boscosas.

Otro tema reducir la concentración de población en la cuenca de México. Ojalá el gobierno federal retomará el proyecto de descentralización. Darle de beber a más de 20 millones de personas es demasiado y tenemos mucho país de sobra. Debería haber una política pública a largo plazo para desincentivar el crecimiento y la concentración.

De igual forma, hay que diseñar un sistema que permita reciclar el agua de la zona metropolitana y capturar las lluvias. Llueve, pero no se aprovecha el agua. Eso requiere una importante inversión en infraestructura también de largo plazo, aunque vale la pena encargarse de ello.

Y, claro, el ahorro personal ayuda. Por supuesto, en este momento debemos centrarnos en los números gordos. Lo que una familia puede ahorrar en agua no es tan relevante comparado con lo que se pierde por las fugas. Pero no por eso deberíamos dejarlo de hacer. Según Sacmex, un mexicano consume en promedio 380 litros de agua al día. Si tomamos en cuenta que la recomendación de la Organización Mundial de la Salud (OMS) es de 100 litros diarios, tenemos un excedente de más del 200 por ciento. Además, en la CDMX, sólo se pueden suministrar 150 litros de agua por persona al día.

¿Ya entendemos el porqué del desabasto?

Sapere aude! ¡Atrévete a saber!

@hzagal  

(Oscar Sakaguchi y Héctor Zagal, coautores de este artículo, son conductores del programa de radio “El Banquete del Dr. Zagal en MVS.102.5)