Otro fracaso del megacohete Starship, el más grande construido hasta ahora, pero eventualmente la empresa SpaceX, del multimillonario Elon Musk, llegará a conquistar el espacio y refrendar el contrato multimillonario que tiene con la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA) de Estados Unidos, para llevar misiones a la Luna y el primer viaje espacial tripulado a Marte.
Despegó gracias a la potencia de sus 33 motores Raptor que usan metano y oxígeno líquido como combustible, suficientes para generar la potencia necesaria para elevar el cohetes de 120 metros de altura, 9 metros de diámetro y 5 mil toneladas de peso.
En su segundo vuelo de prueba, despegó con éxito desde la base espacial de SpaceX en Boca Chica, Texas, a unos cuantos metros de la frontera, por lo que el espectacular despegue pudo observarse desde el norte de México, la mañana del sábado.
El megacohete es más grande y poderoso que los cohetes Saturno V de las misiones Apollo, que llevaron al ser humano a la Luna, y que los SLS, que se usarán para el regreso a nuestro satélite natural y para que la primera mujer pise la superficie lunar.
Se prevé que con estos megacohetes reutilizables Starship se incremente la capacidad de subir toneladas de carga a la órbita terrestre, y para llevar los materiales y equipos necesarios para establecer bases humanas en la Luna y también para viajar a Marte en un futuro.
Este fracaso se suma a la primera prueba de la Starship llevada a cabo el pasado 20 de abril, que además de autodestruirse luego de tres minutos de vuelo, ocasionó destrozos en la base de lanzamiento, lo que obligó a llevar a cabo cambios en la plataforma.
El cohete despegó con el pleno funcionamiento de sus 33 motores alcanzó la altura de 148 kilómetros, es decir, superó la franja de la atmósfera y entró al espacio exterior, luego de tres minutos se separaron sus dos módulos, y cinco minutos después se prendieron los 6 motores de la parte superior, y en ese momento se perdió la comunicación al explotar en el aire un propulsor Booster 9 poco después de separarse de la nave espacial, la Ship 25.
Se tenía programado que la nave en un vuelo suborbital le diera la vuelta a la Tierra, al menos una vez, por lo que debía seguir volando durante más de una hora, hasta regresar a la atmósfera y caer sobre el océano Pacífico, pero no cumplió su cometido, sin embargo, con este nuevo fracaso que superó la prueba anterior, se enfrentan nuevos desafíos que obligan a mejorar y corregir los errores. La historia de los viajes espaciales ha sido así desde el inicio, y eventualmente se llegarán a dominar los múltiples y complejos aspectos tecnológicos.
A pesar del fracaso, la NASA espera que para diciembre de 2025 esté todo listo para poder llevar la misión Artemis 3 a la Luna, con una versión modificada de esta nave. El administrador de la NASA, Bill Nelson, felicitó “a los equipos que han logrado los avances en el vuelo de prueba de hoy. Es una oportunidad para aprender y, entonces, volver a volar”.
Pasados 7 meses después de la prueba fallida de abril, la admintración federal de Estados Unidos autorizará ala empresa de Musk realizar muchas más pruebas con los cohetes Starship mejorados durante 2024. Por lo que, eventualmente, este nuevo fracaso será un avance en la nueva era espacial.
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