OPINIÓN SERGIO ALMAZÁN

El millón de amigos de Verástegui

Lo inquietante de la postulación del actor y productor es la base ideológica con que define su precandidatura definida como “la restauración y defensa de la familia natural”.

El actor busca ser candidato presidencial.
El actor busca ser candidato presidencial.Créditos: Cuartoscuro
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El productor de cine y actor Eduardo Verástegui se ha subido el ring de candidatos a la presidencia, presentando su registro como independiente. Hasta aquí todo es legítimo de un ciudadano que quiere competir por representar un proyecto que dirija los rumbos de México a partir de 2024 hasta final de la década de los 20 de este siglo. Lo inquietante de su postulación es la base ideológica con que define su precandidatura definida como “la restauración y defensa de la familia natural” y con ello ir en contra del aborto, y “luchar contra la cultura anticristiana” (sic).

Esta autodefinición de su proyecto ideológico de Verástegui sintetiza el pensamiento de un grupo de la sociedad que durante varias décadas han frenado y rechazado iniciativas de ley en favor de los Derechos Humanos para mujeres, comunidad LGBTQ, infancias trans y reformas educativas o laborales en favor de la equidad y la visibilización de las diversidades. Atentando a los principios básicos de existencia de las personas en la sociedad. Y como si fuera poca postura antiderechos su base partidista está cimentada en tres ejes “Dios, Patria y Familia” -que es la proclama del Movimiento Viva México e impulsor de la candidatura del actor–.

El actor presenta una agenda antiaborto. Crédito: Cuartoscuro

Bajo esta consigna hay que advertir, México en sus leyes -a veces se vulneran los principios de la Carta Magda en este sentido– hay separación de instituciones y posturas del Estado y la Iglesia, definido desde el siglo XIX en la Constitución de 1857 que dio origen a los años más convulsos de México por lograr una verdadera Reforma social. En una palabra, por más de siglo y medios, somos un país Laico.  

Por su parte, frente al concepto de la familia natural, el perverso, indolente, inmoral y antiderecho discurso desconoce o peor aún, parece omitir que ese retroceso a la reclasificación de violencia de género (hoy llamado feminicidio), desconocer a las formas diversas de familia y la prohibición del aborto es de facto una resistencia del patriarcado que cuesta vidas, que deja impunes a agresores sexuales, familiares y homofóbicos. Situación que a nuestro país le cuesta al día 10 muertes de mujeres, 4 asesinatos transfóbicos al mes y millones de expedientes impunes en el Ministerio Público.

El telón de fondo de los “amigos de Verástegui” nos dicen muchas cosas de quienes están detrás de esta candidatura que el actor presume como “elegido para defender a la familia”: Líderes religiosos, líderes de grupos de ultraderecha, empresarios antiderechos humanos y por supuesto, Donald Trump a quien lo reconoce como su inspirador y casi mentor en temas políticos y sociales.

Su aspiración preocupa para los derechos humanos. Crédito: Cuartoscuro

El millón de firmas que requiere Verástegui para aparecer en la boleta electoral como candidato a la presidencia en 2024 es poco número, cuando enfrentamos un contexto de incertidumbre ideológica, de deconstrucción de los esquemas, paradigmas y estilos de vida que creíamos certeros, verdaderos, únicos. Ante este mar de dudas, están las redes de la resistencia al cambio tirando anzuelos, mientras del otro lado, resistiendo porque la marea de los antiderechos arrebate lo conquistado y agudicen la mirada para vigilar y castigar. El método sistémico del control para reducir el riesgo, la ruptura y el cambio. El millón de amigos del aspirante antiderechos podrían llevarlo a aparecer en la boleta y peor aún, a tener representantes en las cámaras legislativas.

Abramos la discusión: @salmazan71