Hace poco más de medio siglo que las mujeres argentinas comenzaron a difundir uno de los temas que el movimiento feminista en el mundo ha promovido, conocido como: “La marea verde” cuyo tema se centra en la autodeterminación del propio cuerpo de las mujeres, así como sus derechos sexuales y reproductivos, en específico en el tema del aborto. y cada 28 de septiembre se conmemora dentro de las agendas públicas de los países pertenecientes a los organismos internacionales de Salud y Derechos Humanos.
Si bien se parte de un principio: el aborto no es un método anticonceptivo si es un Derecho humano de las mujeres a la decisión libre, responsable, asistida y garantizada en la salud reproductiva y sexual, ya que a pesar de su promoción se practica y es la tercera causa de muerte materna en nuestro país, lo que revela que el estigma, la negativa y la negligencia política-ideológica vulnera la vida y la salud de aquellas mujeres que recurren a prácticas clandestinas que les cuesta su salud y existencia.
En nuestro país, 20 estados aún no cuentan con legislaciones que garanticen la protección a la salud de las mujeres que deciden abortar; es decir está penalizado y por consiguiente en riesgo permanente la vida de ellas. El sistema patriarcal, el estigma, la violencia de género, la doble moral, el complejo sistema ministerial y el bajo presupuesto de salud materno-infantil y sexual en asistencia pública limita que se promueva una educación integral, incluyente, preventiva y equitativa para las mujeres, las adolescentes y las niñas que evitarán la crisis sanitaria de muerte materna por abortos clandestinos.
La marea verde es un movimiento global que va más allá de un reclamo justo y urgente de la legalización federal del derecho a decidir y el aborto; se trata de romper con estructuras patriarcales sistémicas que cuestan vidas, que limitan la autodeterminación y promueven la violencia, la impunidad y la corrupción contra las mujeres, quienes son las que viven los efectos de un Estado machista y moralmente hipócrita sobre el cuerpo, la sexualidad y la vida de las mujeres.
No es solo un tema de despenalización federal, el complejo reto sobre el aborto incluye: educación sexual y reproductiva en la familia y escuela libre de estigmas y valores moralizantes de la mujer; acceso a servicios de salud reproductiva y asistencia a niñas, niños, adolescentes en el sistema público de salud; equipo médico capacitado, sin estigmatizar y apegado al principio de Hipócrates al momento de atención a las mujeres en su decisión de interrumpir el embarazo; capacitación, orientación y definición de funciones en cuerpos ministeriales con perspectiva de género que conozcan los derechos humanos reproductivos de las mujeres y no las revictimicen.
Los retos son enormes en materia de Derechos Humanos reproductivos y sexuales y la marea verde nos evidencia los profundos rezagos de equidad de género que enfrentamos, pero a la vez, nos invita a sumar reflexiones y consensos de una sociedad incluyente, donde la decisión del aborto sea de las mujeres y el conocimiento, respeto y cuidado sexual sea de todas, todos y todxs.
Abramos la discusión: @salmazan71