Los inicios de año están marcados por la tristemente célebre cuesta de enero. Con esta expresión no sólo damos cuenta de la renuencia personal de reintegramos a las actividades laborales, con la angustiosa conciencia de lo gastado en fin de año, sino también a que, por experiencia, sabemos que cada año nuevo nos recibe con una escalada de precios en bienes y servicios y que, además, la reactivación económica derivada del gasto público se normalizará por ahí del segundo trimestre del año. Este prejuicio sobre los arranques de año deviene de la experiencia acumulada durante mucho tiempo y continuamente es reforzada por los augurios de especialistas y no especialistas que parecen competir por quién dibuja el panorama más sombrío en su respectiva materia.
Esta visión, que se expresa con toda claridad en el título de la cápsula editorial de Código Magenta “2023: presagios teñidos de negro”, no deja ver cómo realmente arrancamos este 2023 que, contrario a lo que se señala en muchos medios, está muy lejos de teñirse de negro, ni siquiera de obscuro.
Para empezar, por vez primera en nuestra historia iniciamos un año con casi 21 millones y medio de personas con trabajos registrados en el IMSS que ganan un salario promedio de poco más de 14 mil 500 pesos mensuales. Se dice fácil, pero no es poca cosa, sobre todo, en una coyuntura mundial harto compleja derivada de la COVID y de la guerra Rusia-Ucrania. Otro dato singular es el incremento del 90% respecto al 2018 del salario mínimo, pasando de $126.8 a $207.4 pesos diarios. Incremento que no se había visto en 40 años.
Medio siglo después finalmente el peso mexicano se vuelve a apreciar frente al dólar (4.6%), revirtiendo la costumbre de los últimos sexenios: recordemos que con Peña el peso se devaluó 60%, con Calderón casi el 13%, con Fox el 19%, con Zedillo el 185%, con Salinas el 36% y de las gestiones anteriores mejor ni hablar.
Gracias al TMEC, México ya es el principal socio comercial de Estados Unidos, desplazando a Canadá. En 2022 la inversión extranjera directa llegó a más de 32 mil millones de dólares, rompiendo todos los récords registrados en la materia. Al parecer los inversionistas extranjeros tienen otros datos a los esgrimidos por nuestra prensa especializada, datos duros que les generan tal confianza que no dudan en invertir en el país.
Lento y poco, pero el PIB ha venido recuperándose de la caída del 17.8% que tuvo en el segundo semestre del 2020 por la pandemia global. Por lo pronto, aunque marginal ya se superó el crecimiento que se tenía antes de la emergencia sanitaria. Aunque solo sirva de consuelo no está de más saber que, al tercer trimestre de 2022, México era el tercer país con mayor crecimiento de su PIB con 0.9%, únicamente detrás de Colombia que alcanzó el 1.6% y de China con el 3.9%. Nuestros socios comerciales también andan batallando: Canadá con el 0.7% y EU con el 0.6% de crecimiento del PIB en el mismo periodo.
La guerra Rusia-Ucrania afectó el suministro global de petróleo y alimentos provocando una espiral inflacionaria mundial que todavía no se ha podio contener. A noviembre de 2022, en México la inflación sigue dando lata con el 7.8%, con el agravante de que el incremento de los precios en alimentos es del 3.7% repercutiendo directamente en las mesas de las familias. Las medidas de contención, el subsidio a la gasolina y el gas, así como el acuerdo con ciertos productores, distribuidores y cadenas comerciales para mantener un costo techo de mil 39 pesos a una canasta básica de 24 productos, han permitido sobrellevar el tema, pero el riesgo y la afectación siguen presentes. Afortunadamente estamos lejos del 13.3% de inflación que padece Chile, pero también del 5.9% de Brasil y muy cerca del 7.1% y el 6.8% de EU y España respectivamente.
Otro dato que desmiente las profecías que los especialistas profirieron en los albores de este sexenio es que al tercer año de gobierno el porcentaje de la deuda respecto al PIB es menor al de los tres sexenios anteriores: Actualmente es del 26% frente al 56.3% con Peña, 45.6% con Calderón y 32,5% con Fox. Ahora resulta que los gobiernos populistas se endrogan menos que los que impulsan el crecimiento de la inversión privada a costa de la inversión pública. Por cierto, también ahorran más, pues las reservas internacionales del Banco de México se han incrementado en 14.6% en los últimos cuatro años, llegando en estos momentos a 199 mil 183 millones de dólares.
Estas son las macro cifras que configuran el escenario económico actual que, como se puede constatar, está muy lejos del precipicio y de buena parte de los malos augurios que se difunde en una gran cantidad de medios de comunicación. Por lo que se ve, el 2023 llegó en un contexto estable y seguro que sirve muy bien de ring para la disputa política y la batalla mediática. En estas peleas, AMLO parece llevar ventaja porque la gente intuye que las cosas no están tan mal como dicen los opositores y buena parte de los titulares de televisión, radio y prensa.
Este contexto ayuda a entender porque, de acuerdo con los datos de Demotecnia sobre el cuarto informe de gobierno de AMLO, para el 57% de las personas su familia está mejor que antes, frente al 19% que asegura estar peor. Seguramente para estas familias que representan el 57% la canasta básica, los empleos registrados en el IMSSS y el incremento en los salarios mínimos tienen una repercusión importante en su vida cotidiana, en tanto que para el otro 19% de las familias este tipo de políticas sienten que no tienen importancia ni representan ningún beneficio tangible para ellas.
Por si fuera poco, para no dar tregua a sus opositores y críticos, el Gobierno Federal adelantó los pagos del primer bimestre del 2023 a los poco más de 11 millones de adultos mayores que hay en el país: a partir de la primera semana de enero empezaran a recibir 4 mil 800 pesos bimestrales, cuatro veces más que los $1,600.00 que recibían en 2018.
Mientras opositores y críticos no estén consientes ni reconozcan las fortalezas de AMLO difícilmente le harán mella. Si los partidos opositores continúan con una narrativa endogámica orientada únicamente a fortalecer su ego y su autocomplacencia ese 57% de la población que considera que le va mejor a su familia con AMLO ni siquiera los van a voltear a ver y menos escuchar. Para los medios de comunicación críticos de AMLO la situación es cualitativamente diferente porque el 19% que considera que su familia está peor con AMLO les representa un nicho de mercado con alto poder adquisitivo que les permite seguir operando, claro hasta que la disonancia entre criterio editorial y realidad sea insostenible y sigan favoreciendo el crecimiento de nuevas opciones de contenidos.
Por lo pronto conviene no andar espantados con el petate del muerto y recordar a Borges: Tenemos el privilegio, como todos los hombres, de vivir tiempos inciertos. Por cierto, los datos del texto los tomé de la mañanera del 30 de diciembre del 2022 en la que explica con manzanitas todo este rollo.
De Las Hera Demotecnia. Cuarto Informe AMLO: https://www.demotecnia.com.mx/cuarto-informe-amlo/
Mañanera del 30 de noviembre del 2022: 4T consolida crecimiento económico y distribución de la riqueza en 2022 https://www.youtube.com/watch?v=Kotb7ARljik&t=5984s