La verdadera loba regresó. Un aullido que se expande por la noche. Un llamado para sus amigas para una nueva fiesta de libertad. Tras los sencillos “Te Felicito” y “Monotonía”, Shakira culmina esta trilogía post-divorcio de la mano del productor Bizarrap, en la “BZRP Music Sessions #53”.
Una canción pop, en la que el argentino mezcla de forma dinámica las balas verbales que lanza la colombiana; musicaliza con fuerza dance esta carta de despecho.
Quienes esperaban una “Antología 2.0”, traigan su silla, porque esta Shakira ya no pretende curarse con lágrimas ni llorar versos por una persona que Clara-mente no lo merece.
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A lo largo de su carrera, Shakira ha expresado su vida personal y sentimientos a través de sus canciones. Sus letras llevan analogías y metáforas que encuentran la belleza en los momentos cotidianos de una relación, quizá por ello conecta a un nivel tan íntimo con su audiencia: encuentra el amor en una taza de café o en la electricidad de un rose que atraviesa la ropa.
Asimismo, entre versos de furia llena canciones de rabia y frustración, o acaso ya se les olvidó “Te Aviso, Te Anuncio”.
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Definitivamente una separación duele muy diferente a los 25 años, que a los 45, después de un matrimonio fallido, un engaño super mediático y dos hijos. Hace 18 años, cantaba que “No se puede vivir con tanto veneno (...) pesa más la rabia que el cemento”, pero ahora sabe que no se va a morir, que ha logrado tanto que un hombre bulto solo le estorba para sacar su verdadero potencial.
Hablando del ex-3 del Barcelona, Shakira integra de manera impecable, con la ayuda de Bizarrap, una increíble cantidad de referencias a su relación. Pasando por los obvios juegos de palabras, ambos artistas interpolan tres segundos de la canción “Me enamoré”, como el clavo fulminante para lograr tres minutos 33 segundos. Asimismo, la colombiana rinde homenaje a Daft Punk (banda favorita del gonorrea) con tres beats “Sorry, baby, hace rato…”
Podríamos diseccionar frase por frase, pero nos llevaría más de tres minutos. No hay una sola línea que sobre ni un beat fuera de lugar. Cada ocho compases, Bizarrap cambia el riddim para reavivar la siguiente declaratoria de Shakira. Una tiradera directa, hecha para la radio y la pista, para que nadie, NADIE, se escape de ella. Quizá, ambos sabían de la gran expectativa del sencillo, pero no imaginaron que rompería el récord del lanzamiento en español con más reproducciones en solo 24 horas: más de 60 millones.
Shakira, en su redes sociales, agradeció el gran recibimiento de la canción e hizo un llamado a todas las mujeres: “Quiero abrazar a las millones de mujeres que se sublevan ante los que nos hacen sentir insignificantes”. Efectivamente, es una canción feminista, más allá de cualquier opinión que lo ponga en duda por el (entre comillas) “ataque” a Clara Chía, pero dígame, ¿cómo se puede ser sorora con una mujer que sabe el daño que está cometiendo tanto a una familia como a otra mujer?
Shakira, a sus 45 años, regresa como la loba líder que siempre fue. Está sacando el mayor provecho de su mayor dolor. Debe pagar una deuda que no pidió, pero ahora le sobran las facturas.
Luis Antonio Durán Álvarez.