OPINIÓN GUILLE GÓMORA

Guardia Nacional, un soldado en cada hijo te dio

México vive tiempos complicados en materia de seguridad y violencia donde el terror y el temor se instalaron en nuestro quehacer cotidiano.

La Guardia Nacional depende del Ejército Mexicano
La Guardia Nacional depende del Ejército MexicanoCréditos: Cuartoscuro
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Como es costumbre en el gobierno de la #4T y su política estilo “chimoltrufia” –“como digo una cosa digo otra”-, esta semana se definirá en el Congreso la intención -orden- del presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) de adscribir la Guardia Nacional a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) para hacer oficial lo que ya existe de facto.

No olvidemos que, desde su creación en 2019 para reemplazar a la Policía Federal como el principal cuerpo policial de seguridad pública a nivel nacional, la Guardia Nacional depende del Ejército Mexicano, aunque en el organigrama aparezca en la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana. Contraviene así la promesa y el compromiso presidencial de tener una organización civil para proteger a los ciudadanos.

México vive tiempos complicados en materia de seguridad y violencia. La guerra fallida iniciada en los primeros días de diciembre de 2006, con las tanquetas del Ejército en las calles de Michoacán, nos han conducido a situaciones jamás imaginadas. El terror y el temor se instalaron en nuestro quehacer cotidiano. Pasamos del asombro a la costumbre de ver fotos y escenas dantescas.

El cerco militar establecido en algunas zonas del país, no ha logrado restablecer la paz. Las pocas corporaciones policiacas municipales y estatales han sido relegadas o desaparecidas. No existe una estrategia para crear un sistema policial nacional. La apuesta del gobierno, que se define como “humanista”, es la militarización de la seguridad.

Para eso, aplicó un “albazo legislativo” que se aprobó en Cámara de Diputados con 264 votos a favor, 212 en contra y una abstención, en lo general y particular, tras varias horas de discusión, el pasado sábado.

Ahora la “bola caliente” llegó al Senado donde Ricardo Monreal, coordinador de Morena y presidente de la Jucopo, tendrá que hilar fino entre su bancada y la oposición para sacar adelante el capricho presidencial de turno.

Monreal Ávila declaró que el objetivo de los legisladores es recuperar la tranquilidad y fortalecer el Estado de derecho y que una vez aprobada por la Cámara de Diputados la legislación ordinaria en materia de Guardia Nacional, que propone modificar varios ordenamientos jurídicos, corresponde al Senado, como Cámara revisora, cumplir con su función constitucional.

Hace unos días, Monreal anticipó en su cátedra que imparte en la UNAM: “Mi punto de vista es que se requiere reforma constitucional, no puede ni por la vía del decreto, ni por vía acuerdo ni tampoco ningún otro ordenamiento jurídico menor al de la Constitución, está situado jerárquicamente por encima de ella”.

El doctor en Derecho, sabe que la oposición llevará el debate a la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) y advierte de los riesgos y costos políticos en plena sucesión presidencial. Pues hay quienes consideran de aprobarse en el Congreso se atoraría en tribunales hasta 2024.

En calidad de mientras, la alianza “Va por México” (PAN, PRI, PRD) prepara una acción de inconstitucionalidad que presentará ante la SCJN en caso de que se apruebe en el Senado, la reforma que integra la Guardia Nacional a la Sedena. Marko Cortés, presidente panista dijo que el objetivo es evitar que México se siga militarizando, cuando lo que se requiere es fortalecer a las policías civiles, tanto a nivel estatal como municipal.

Ojalá en el Senado se entienda la preocupación de que la Guardia Nacional se integre a la Sedena, pues se perdería la única institución civil con presencia a nivel nacional encargada de la seguridad pública. Además de violar el artículo 21 de la Constitución, donde se precisa: “Las instituciones de seguridad pública, incluyendo la Guardia Nacional, serán de carácter civil, disciplinado y profesional”.

Los militares no son, ni deben ser policías. Sus efectos en materia de seguridad, los conocemos y los padecemos. Hace unos días murió una niña de 4 años durante un enfrentamiento entre el Ejército y un grupo delictivo en Tamaulipas. Al respecto el presidente López Obrador dijo: "Es la excepción, no es la regla”. ¡Uff! Vaya humanismo.

La Comisión Nacional de los Derechos Humanos registra de enero del 2019 a junio del 2021, más de 1650 quejas contra el Ejército y la Guardia Nacional, por posibles violaciones a los Derechos Humanos. También, el Sistema Nacional de Alerta de Violación a los Derechos Humanos, contabiliza en lo que va del 2022 más de 500 violaciones a las garantías individuales. Las dos son de las 10 instituciones federales con más quejas.

Así las cosas, ojalá escuchen a la sociedad civil y hagan corresponsables a las autoridades municipales, gobernadores y funcionarios federales involucrados en garantizar la seguridad. La militarización es una estrategia muy peligrosa ante la ausencia del Estado de Derecho.

Vericuentos

Reclamo de madres buscadoras

Directo y de frente, Ceci Flores, fundadora de “Madres Buscadoras de Sonora y México”, afirma: “El gobierno federal es letal para madres buscadoras del país… es inhumano, sin corazón, no ha sido capaz de escucharnos ni atendernos, es incapaz de protegernos”. Cecilia denuncia: “nos asedian y nos cazan con absoluta impunidad”, en clara referencia a la desaparición y posterior asesinato de Rosario Rodríguez Barraza, secuestrada por un comando armado en el día internacional de las y los desaparecidos. ¡Qué vergüenza!

@guillegomora

Caleidoscopio

Guillermina Gómora Ordóñez