La fila de entrada a la sala 13 del Cinépolis Universidad era bastante nutrida no había muchas oportunidades de ver “Dio: Dreamers Never Die”, sólo dos días de exhibición del documental en todo el mundo el pasado miércoles 28 de septiembre y el siguiente domingo 2 de octubre.
¿Cómo saber si estabas formado en la sala correcta? Simple, el outfit de los asistentes en esta sala lo confirmaba. Jeans negros, botas o tenis negros, playeras negras con logos de varias bandas de heavy metal, tatuajes por todos lados y mucho cabello largo.
Los combos de palomitas y refrescos no faltaron. Una treintena de personas formadas alrededor de las 7:00 pm avanza y se acomoda dentro de la sala, se preparan para ver una de las películas más esperadas en la escena metalera.
La sala se oscurece, la pantalla se torna roja con el cartel de la cinta, suenan fuerte las notas de la gloriosa “We Rock”, un grito de emoción se escapa entre los asistentes y el relato de la historia de vida Ronnie James Padavona comienza a través de las voces de su esposa Wendy, sus compañeros de banda, sus admiradores y amigos músicos que lo acompañaron durante su andar musical. Llenan la pantalla personajes como Rob Halford, Lita Ford, Sebastian Bach, Glenn Hughes, Toni Iommi, Geezer Butler, Brad Will y muchos más.
“’DIO: Dreamers Never Die’ profundiza en el increíble ascenso del cantante de doo-wop de los años 50 a sus primeros días de rock en Elf y en el Rainbow de Ritchie Blackmore, para reemplazar a Ozzy Osbourne en Black Sabbath, y finalmente cimentó su estatus de estrella de rock con su propia banda, DIO.” Se resalta que éste es el primer documental autorizado por el patrimonio del artista que incluye imágenes nunca vistas y fotos personales, así como escenas íntimas con sus compañeros, familiares y amigos más cercanos.
A los fanáticos de Dio no hay que explicarles quién es, ni qué tan trascendente ha sido su influencia en el heavy metal, ni mucho menos cuáles son sus más grandes éxitos; ellos han venido hasta esta sala de cine (y a las de todo el mundo donde se estrenó el documental) para celebrar todo lo significante que ha sido su legado para este género musical.
Quienes fueron arrastrados al cine sin saber bien a bien quién fue, quién es y quién será siempre en la historia del heavy metal, seguramente salieron conociendo historias trascendentales de este género, que tal vez sabían que existían, habían oído hablar de ellas, pero no se imaginaban de dónde habían salido.
Una de estas historias, sin duda conocidas, pero nunca antes tan bien contada por su protagonista, es el origen del símbolo del heavy metal, la mano cornuda o los dedos emulando “horns”. Es relato conocido que el autor de esta peculiar seña fue Dio, pero las circunstancias tienen aún más significado.
Ronnie cuenta de propia voz que tal símbolo viene de su abuela, quien era una católica italiana y usaba esa señal como parte de tradiciones o supersticiones del pueblo de ella; Dio dijo que cuando Ozzy Osbourne estaba en Black Sabbath solía hacer una seña parecida a la “Ve de la Victoria” con ambas manos por todo lo alto.
Cuando Ronnie se da cuenta de este gesto y que él al convertirse en el nuevo vocalista de Black Sabbath tras la salida de la banda de Ozzy Osbourne en los años 70, necesitaba de un símbolo y al recordar el de su abuela, empieza a implementarlo en cada show desde entonces. Dio manifiesta que necesitaba algo que lo identificara con Black Sabbath pero a la vez lo diferenciara de Ozzy; así que empezó a usar ese símbolo adaptado al heavy metal, por un lado emulando a Osbourne y por otro lado, implantando su propio sello; el cual se haría famoso rápidamente junto a su enigmática personalidad.
Otra historia conocida es sin duda sobre el trato que siempre les dio a sus fanáticos cuando lo encontraban en la calle después de los shows; se cuenta que Ronnie era un tipo al que le gustaba hablar con ellos y podía hacer eso por horas, además de que tenía una memoria espectacular para recordar a cada uno con los que había hablado antes.
Quizás uno de los elementos más valiosos del documental es que no olvida ninguno de los aspectos musicales profesionales más importantes de la vida musical de Ronnie; se puede ver claramente el empeño que le ponía todo lo que relacionado a su creación musical; se abordan los espectaculares álbumes con Richie Blackmore, “Rising” y “Long Live Rock” con Rainbow; el irreemplazable “Heaven and Hell”, “Mob Rules” y “Dehumanaizer” con Black Sabbath; además de los míticos “Holy Diver”, y “The Last in Line” con Dio, su propia banda; así como “The Devil You Know” y Heaven & Hell.
Una historia triste y cruda en la vida de Dio según se cuenta en el documental es la llegada de los años 90 con una oleada de bandas de géneros como grunge, pop-punk, nü metal, power metal, indie rock y el tan afamado rock alternativo, que parecen terminar de echar de las listas de popularidad, de ventas, de la radio y la televisión a las ahora llamadas bandas de classic rock, grupos de los 70 y 80, entre ellos Dio, quien ve perdidas todas sus esperanzas de volver a tocar en grandes escenarios como en sus mejores años; bache del que sólo Heaven & Hell lo podría sacar, esto ya en los últimos años de su vida antes de fallecer por cáncer de estómago en 2010.
El filme da la oportunidad de conocer al artista, al ser humano, al profesional, al esposo, al amigo, al compañero de banda, al Ronnie antes de ser Dio, al músico en decadencia y fracaso, al Ronnie James paciente de cáncer de estómago y el Ronnie que hoy el heavy metal extraña. Al día siguiente de ver el documental, seguro que querrán volcarse a recorrer de nuevo toda la discografía de quien es considerado una de las mejores voces de la historia del heavy metal. Garantizado.
Recuerden que la mejor música es la que se escucha ¡a todo volumen!
@Jenn_Ramirez_