Coincidente con la celebración católica de San Agustín; desde 1934 el entonces presidente Lázaro Cárdenas propuso un día para festejar a los abuelos, pero pasaron casi 50 años en que se oficializó y marcó el 28 de agosto como día del Adulto Mayor, fue en 1983, a pesar de que, la OMS marca el 26 de julio, debido al santoral de San Joaquín y Santa Ana. En nuestro país, las políticas públicas sobre derechos humanos a este sector de la población son muy recientes.
Como lo establece el Organismo internacional de Naciones Unidas, se considera adulto mayor a las personas mayores de 60 años y en nuestro país representan el 15 % de la población, de las cuales van desde las personas que aún son económicamente activas hasta las que dependen de cuidados y atenciones especiales por problemas de edad, salud y situación económica.
Ser adulto mayor en nuestro país, parte de una situación que vivimos las poblaciones en general: la desigualdad. En el caso de las abuelas, los abuelos o personas de sesenta, su lugar en las familias y la sociedad están determinadas por el género, formación educativa, situación económica-laboral y condición física de salud y movilidad.
Te podría interesar
Para muchas mujeres adultas mayores, se enfrentan a la poca instrucción escolar, a que son analfabetas y en menor medida, no hablan sino solo su lengua materna y no el español; aunado a la dependencia económica y la falta de atención médica derivada de carecer de sistema de servicios de salud o depender de un familiar para contar atención de salud. Lo que vulnera más su condición de vida y etapa de madurez e incluso el deterioro de su físico, salud psicoemocional y presentar padecimientos crónico-degenerativos por falta de revisión periódica a los cambios biológicos.
Conforme han pasado las décadas, desde el fin de la revolución mexicana, la esperanza de vida en la población mexicana ha ido en aumento y con ello, los padecimientos crónicos, las demandas y atención de salud y sistema preventivo de enfermedades ha ido siendo cada vez más específicos. Actualmente las mujeres tienen una esperanza de vida de 77 años y los hombres de 72; siendo más de tres partes del total de población adulta mayor que se concentran en ciudades y un tercio en zonas rurales.
Te podría interesar
De los más de 18 millones de adultos mayores de 60 años que componen la población en nuestro país, cerca del 10% viven solos, siendo las mujeres el sector que más padecen abandono, olvido o vejaciones. La gran mayoría de las familias mexicanas cuentan con un adulto mayor en su núcleo familiar, siendo además cerca de la mitad de estos quienes apoyan en las labores, cuidados y atención a niños y miembros menores de los grupos nucleares.
Entre las razones que el Instituto Nacional de las Personas Adultas Mayores (INAPAM) marcan como causas de que las mujeres adultas vivan en hogares unipersonales está que viven más años tanto en zonas urbanas como rurales. Y el 25% de este sector con 60 años y más siguen siendo jefes de familia y sus ingresos ya sea por trabajo o pensiones son parte del ingreso de las familias extendidas. Y más de la mitad de esta población tienen trabajos informales, no asalariados o sin prestaciones sociales, que lleva a una carente atención de su vejez en lo físico y emocional.
México enfrenta una población mayoritariamente joven, pero su sector de adultos mayores está atravesando por una crisis de bienestar que se refleja en el deterioro de la salud biológica, el alto costo que es para el Estado la atención de males crónico-degenerativos producto de la nula atención preventiva de la salud y la pobreza, abandono y soledad con que se vive esta etapa de vida mexicana. Visibilicemos a nuestros adultos mayores, son el espejo de nuestro futuro.
~Abramos la discusión: @salmazan71