Prácticamente toda mexicana y mexicano tiene varias o por lo menos una experiencia de su encuentro con reptiles: desde las pequeñas lagartijas y geckos besucones en los hogares de grandes ciudades, pasando por las tortugas, serpientes e iguanas en los campos de climas áridos y semiáridos, hasta los cocodrilos y caimanes en bosques de mangles de ríos, lagos y zonas costeras tropicales.
Estas especies de animales enriquecen los diversos ecosistemas naturales de México, que cuenta con la segunda biodiversidad más grande de reptiles del planeta con 864 especies, el 9% del total identificado hasta ahora en todo el mundo.
Sin embargo, la actividad humana de las últimas décadas como la agricultura, minería y el desarrollo urbano se ha reflejado en el deterioro y la destrucción de sus hábitats, lo cual ha puesto en peligro de extinción a la quinta parte de la totalidad de las especies de reptiles.
De acuerdo con la Primera Evaluación Exhaustiva Mundial realizada hasta ahora con los reptiles de todo el planeta, un equipo de 900 científicos de 24 países, incluido México, analizó la salud de las poblaciones de 10 mil 196 especies de reptiles de todas las regiones del mundo y descubrieron que más del 21% de ellas se encuentran en peligro de extinción.
Los resultados de la investigación arrojan que mil 829 especies se encuentran en riesgo de extinción ya sean en estado vulnerable, en peligro o en peligro crítico. Pero las más amenazadas son las de cocodrilos y tortugas con el 57.9% y 50% de las especies en riesgo, respectivamente.
El equipo multinacional de científicos encabezado por Bruce Young, Jefe Científico de Conservación de la organización NatureServe, publica en la revista Nature de esta semana los resultados de este análisis exhaustivo que apunta a factores como la agricultura, la tala de árboles, el desarrollo urbano y las especies invasoras como los causantes de las principales amenazas a los reptiles.
La investigación fue auspiciada por NatureServe, Conservación Internacional y la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) y en ella participaron científicos de Alemania, Argentina, Australia, Bolivia, Brasil, Chile, China, Cuba, Ecuador, Emiratos Árabes Unidos, Estados Unidos, Filipinas, Francia, India, Indonesia, Israel, Japón, México, Nueva Zelanda, Rusia, Senegal, Sudáfrica, Suiza y Venezuela, entre ellos, Georgina Santos, investigadora de la Facultad de Ciencias de la UNAM.
La mayor amenaza ocurre en los bosques
Aunque habitan ecosistemas áridos como los desiertos y los matorrales, la mayoría de las especies (más del 50%) se encuentra en zonas boscosas y selváticas. Estudios anteriores proponían que los reptiles corrían más riesgo en los entornos áridos, pero los investigadores comprobaron que las especies que habitan en los bosques están más amenazadas.
Es ahí donde sufren la mayor cantidad de riesgos, principalmente la tala de árboles y la conversión de bosques en terrenos agrícolas. La investigación revela que el 30% de los reptiles que viven en las selvas están en peligro de extinción, en comparación con el 14% de los reptiles de los hábitats áridos.
La mayor parte de las amenazas que enfrentan son similares a las que sufren otros grupos de animales como los anfibios, las aves y los mamíferos, por lo que los esfuerzos de conservación para proteger a estos grupos, principalmente la restauración del hábitat y el control de las especies invasoras, puede beneficiar a los reptiles y a toda la fauna en riesgo.
“La protección del hábitat es esencial para proteger a los reptiles, así como a otros vertebrados, de amenazas como las actividades agrícolas y el desarrollo urbano", dice Bruce Young. El investigador enfatizó que los esfuerzos para proteger a los animales más conocidos como los mamíferos y aves también han contribuido a proteger a muchos reptiles.
Sin embargo, los científicos señalan que se requieren medidas urgentes y específicas de conservación para proteger algunas de las especies de reptiles más amenazadas, sobre todo los lagartos endémicos de ciertas regiones, que sufren la depredación del ser humano. La caza, más que la modificación del hábitat, es la principal amenaza para las tortugas y cocodrilos, la mitad de los cuales están en peligro de extinción.
"Los reptiles no se utilizan a menudo para inspirar acciones de conservación, pero son criaturas fascinantes que desempeñan funciones indispensables en los ecosistemas de todo el planeta. Todos nos beneficiamos de su papel en el control de plagas y sirven de presa a las aves y otros animales", dice Sean T. O'Brien, presidente y director general de NatureServe. "Este análisis nos permite señalar dónde los reptiles necesitan más ayuda y sirven como un paso importante para contrarrestar la crisis de extinción global".
Cumbre sobre biodiversidad y extinción masiva
Los resultados de esta evaluación mundial de los reptiles pueden servir de referencia para medir los cambios en el riesgo de extinción e impulsar medidas para la recuperación de las especies a lo largo del tiempo. También pueden ser valiosos para orientar recursos de conservación mediante la identificación de áreas clave para la biodiversidad, donde la gestión activa podría evitar extinciones.
Vale la pena recordar que este 2022 el Convenio sobre la Diversidad Biológica de las Naciones Unidas –firmado por México– llevará a cabo la Conferencia de las Partes COP15, en Kunming, China, con el objetivo de analizar la crisis mundial de la biodiversidad que será el centro de atención del Acuerdo Climático de París por el Calentamiento Global, lo que marcará el rumbo de la conservación de la biodiversidad para la próxima década.
"La pérdida potencial de una quinta parte de todas las especies de reptiles nos recuerda que gran parte de la biodiversidad de la Tierra está desapareciendo, una crisis que amenaza a todas las especies, incluidos los humanos", señala Maureen Kearney, directora del programa de conservación de la Fundación Nacional de la Ciencia de EE.UU., que financió gran parte de la investigación realizada en América Latina y el Caribe. “Este estudio pone de relieve cómo la comprensión global de la biodiversidad puede obtenerse mediante grandes equipos internacionales de expertos que llevan a cabo un trabajo difícil, largo y a menudo infravalorado".
La investigadora mencionó que es fundamental conocer los datos sobre el riesgo de extinción para todas las especies, si es que la sociedad quiere desarrollar esfuerzos de conservación estratégicos y eficaces, y este estudio llena un vacío en la comprensión de este fenómeno.
De acuerdo con la investigación, el cambio climático es una amenaza inminente para los reptiles, por ejemplo, reduce las ventanas térmicas viables para que puedan salir de sus madrigueras en búsqueda de alimento; sesga la proporción de sexos de las crías en las especies cuya determinación del sexo depende de la temperatura, y reduce las áreas de su distribución geográfica.
Los reptiles han evolucionado desde hace cientos de millones de años, y en la era del Pérmico-Triásico (hace 250 millones de años) ocurrió una gran extinción, la peor de todas las conocidas hasta ahora. En ella probablemente se conjugó el impacto de un gran meteorito con erupciones volcánicas extremas, lo que acabó con más del 96% de las especies de vida, cuando la faz de la Tierra era dominada por grandes reptiles.
El efecto invernadero ocasionado por las erupciones y el impacto se apoderó rápidamente de la atmósfera, lo que impidió que la luz del Sol iluminara la Tierra, mientras que los océanos se acidificaron y perdieron oxígeno.
Tuvieron que pasar casi 10 millones de años para que la vida pudiera recuperarse y los pocos reptiles sobrevivientes de la también conocida como “Gran Mortandad” evolucionaron en distintas familias hasta llegar a nuestros días.
Ancestros de los reptiles actuales también lograron convivir con los dinosaurios y sobrevivir a su extinción ocurrida hace 65 millones de años, sin embargo, ahora les está tocado vivir otro gran periodo de extinción masiva.
¿Podrán sobrevivir a la sexta gran extinción de vida que está enfrentando el planeta, ahora por culpa del ser humano? Si hace tiempo no se ha encontrado con algun reptil, probablemente sea señal de que van perdiendo la batalla.
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