“Sin democracia la libertad es una quimera. Sin libertad la democracia es despotismo”. Octavio Paz
Estamos en el cierre de la enésima campaña del presidente Andrés Manuel López Obrador; el próximo domingo 10 abril se realizará el ejercicio de revocación de mandato que polarizó aún más a la población y partidizó una figura que debería ser de los ciudadanos.
Una consulta promovida por Morena con doble intención, ensalzar el narcisismo político de su líder y algo más perverso: azuzar la desconfianza en las instituciones electorales, a partir del resultado de la votación.
En el segundo objetivo van muy avanzados, impulsan un proyecto de Reforma Electoral para que los ciudadanos elijan a los consejeros del Instituto Nacional Electoral (INE) y a los magistrados del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF)
Incluso el secretario de Gobernación, Adán Augusto López, suscribió el amago: “No se preocupen por los del INE, esos ya se van, porque viene la reforma electoral y ahora el pueblo va a elegir a los consejeros y a los magistrados”.
El gobierno de la #4T quiere un sistema electoral a modo, que se rija por el evangelio de San Andrés: "estás conmigo o contra mí". Muestra de ello, el proceso que se llevó a cabo para realizar la consulta de revocación de mandato, un ejercicio democrático que debía potenciar los derechos ciudadanos. Sin embargo, está plagado de irregularidades desde su origen.
¡Al diablo las instituciones! Los legisladores de Morena, aprobaron su "decretazo" para promover sin recato alguno la consulta utilizando recursos públicos. Al más puro estilo del viejo régimen que tanto critican.
Descalifican al INE, acusándolo de no difundir el ejercicio. Ignoran que el instituto organizó más de 280 foros para promover la participación de la ciudadanía y pautó en diferentes medios la propaganda sobre la consulta. También, más de 287 mil ciudadanos están designados y capacitados para recibir y contar las opiniones de sus vecinos en las 57 mil 517 casillas que se instalarán el próximo 10 de abril, en todo el país.
Sobre el tema, el líder moral de la izquierda mexicana, Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano, afirmó que realizar una consulta en este momento es injustificado y tendría que aplicarse a partir del siguiente sexenio, dado que las leyes no son retroactivas. Aclaró que es positivo que se haya incluido dicha figura democrática en la Constitución, sin embargo, desarrollarlo el próximo domingo es "un ejercicio inútil".
Así las cosas, el próximo 10 de abril, a mitad del sexenio, atestiguaremos si funcionó la coacción del voto por parte de Morena para complacer el ego de su líder. Recordemos que, en visitas domiciliarias, volantes y carteles, Morena amenaza que sin AMLO las vacunas y los programas sociales corren peligro.
La prometida transformación va en regresión, su "lealtad a ciegas" no les permite ver que la consulta de revocación de mandato es un derecho político de quienes se sienten agraviados por el desempeño de un gobernante, no una prerrogativa del presidente para afianzar su popularidad.
Vericuentos
Reforma electoral, ¿distractor?
A la batalla contra el Instituto Nacional Electoral se sumó Ricardo Monreal, coordinador de Morena en el Senado, dice que "se trata de un proyecto innovador