Un año más, un marzo más en que los nombres de mujeres asesinadas, desaparecidas, violentadas y sin justicia se suman en los muchos expedientes abiertos en las fiscalías locales y federal de nuestro país. Estamos por empezar el tercer mes del año 2022: Marzo, mes de las y por las mujeres y la lista de muchas de ellas que ya no marcharán, que son cifras de violencia género, se incrementa como deuda de Estado.
Está aquí: ¡PRESENTE! Cada una de ellas, que no se pueden quedar olvidadas ni traspapeladas, ni archivadas, ni borradas por ninguna autoridad, por ningún juicio inconcluso o ningún gobierno. Son mexicanas que han perdido la vida en manos de delincuentes impunes, que han sido levantadas, secuestradas, privadas de su libertad, en cautiverios patriarcales, víctimas de la violencia y la impunidad sistémica de nuestro país.
Está PRESENTE: Lourdes, Carmen, Nayeli, Brenda Isela, y cada una, de las miles de mujeres que en nuestro país son víctimas de la violencia de género. Los feminicidios en nuestro país no es cuestión de un sector o un grupo vulnerable, se trata de un problema de salud y seguridad nacionales. Entre 2018 y 2021 más de 11, 600 mujeres han sido asesinadas en México; según los datos del Instituto de Estadística y Geografía (INEGI) y para los grupos de las organizaciones civiles que diariamente trabajan con el tema de violencia feminicida afirman que en nuestro país al día mueren 11 mujeres, es decir cada dos horas y 15 minutos le es arrebatada la vida a una mujer en este país.
Y en los últimos cinco años, el retrato de la violencia de género es más alarmante, son cada vez menores de edad las víctimas de todas las expresiones feminicidas, entre 0 y 17 años de edad es el rubro donde más se ha incrementado las agresiones y más de la mitad de esos actos hacia las mujeres concluyen en feminicidios, y el 90% de ellos quedan impunes.
¡PRESENTE! Es el grito unísono que retumba en cada marcha, en cada funeral, en cada búsqueda de las desaparecidas en manos de sus parejas, parientes, compañeros de escuela o del trabajo de las mujeres. Pero también es el eco sordo que reverbera en los pasillos, salas y ministerios públicos de nuestro país, donde la impunidad y el desinterés de los gobiernos y autoridades hacen cada que un familiar recurre a ellos para pedir ayuda por una hija, esposa, hermana, compañera, trabajadorau2026 es víctima de violencia de género o feminicidio.
El reto del actual gobierno federal y los locales, es pasar de la tipificación del delito de feminicidio a los comités de vigilancia, supervisión y evaluación de los resultados porque como han advertido el Observatorio Nacional del Feminicidio, existe corrupción, presiones desde la delincuencia, la política, el Ejército, la policía y los ministerios que provocan que los casos queden en la impunidad. Esta falta de voluntad por parte de las diversas autoridades, un esquema completo de atención de los delitos por género y sistema imparcial no sexista o patriarcal sería fundamental para atender y resolver los casos de violencia hacia las mujeres y feminicidios.
Que este mes de Marzo, las voces retumben en Palacio Nacional, en la Suprema Corte de Justicia de la Nación, en las casas y oficinas de gobierno de todo el país, en las calles, en los ministerios públicos, en las casas, en las escuelas, en los centros de trabajo y en los espacios públicos de todo México Voces que exijan justicia, protección y seguridad para las mujeres. Gritemos ¡PRESENTE! Para que ya no nos falte ni una sola mujer en nuestra casa, en nuestra familia, en nuestras oficinas, escuelas, en las calles y en la vida cotidiana.
Abramos la discusión: @salmazan71