Algo que muestra la historia es que quien domina, nombra y el concepto de "Medio Oriente" no es la excepción. El Medio Oriente es un concepto eurocentrista que funciona como una forma de describir a los "otros" y que muestra la hegemonía de Occidente sobre el resto del mundo.
Si miramos atrás en la historia, el Medio Oriente fue más bien el centro del desarrollo y la cuna de las civilizaciones, desde Babilonia hasta Persia y de Sumeria a Egipto; fue en esta región donde se desarrolló la agricultura, se originaron los códigos legales y hasta el sistema postal. Fueron también las tierras que vieron nacer al Judaísmo, el Cristianismo y al Islam haciendo de ésta una tierra sagrada y a la vez maldita en cuanto a las guerras que ha debido franquear.
En lo personal me resulta incómodo utilizar dicho concepto por la carga histórica-colonial que tiene, además del exotismo que deviene en imágenes estereotipadas de una región de la que se habla mucho y se entiende poco. Sin embargo, debemos de convivir con este y otros conceptos impuestos para tener un lenguaje en común.
Ahora bien, hay otro problema con el concepto de Medio Oriente y es la inexactitud para definir los países que integran a la región. Esta flexibilidad del concepto tiene que ver con que se emplean distintos criterios para definirla, pero también a que quienes la definen no son los propios habitantes. En ocasiones se utilizan aspectos geofísicos y en otras criterios históricos y culturales, lo que da como resultado un Medio Oriente "tradicional" y un Medio Oriente "cultural" respectivamente, aun así, hay versiones adicionales que integran a otros países de África y Asia.
Pero no solo los conceptos que utilizamos son impuestos, las imágenes sobre diversos lugares del mundo también. Hagamos un ejercicio, ¿Qué es lo primero que piensas cuando escuchas Medio Oriente? Tal vez por la mente de algunas personas aparezcan imágenes de desiertos y camellos, de hombres con turbantes y mujeres con burkas, de guerras o incluso de algún "terrorista". Pero ¿De dónde vienen nuestras imágenes sobre esta región?
Cabe aclarar que al centro colonial difusor de estas imágenes, entendido en este contexto como Occidente, le interesa consolidar estereotipos culturalistas que propicien el miedo y así se generalice al "enemigo" como alguien que se opone a una determinada forma de vida.
Los mecanismos para crear estas visiones estereotipadas del "enemigo" son variadas. Un ejemplo es el uso político de la cultura a través del cine, que ha servido como mediador del imaginario colectivo para señalar a los árabes musulmanes como terroristas que atentan contra la libertad, la democracia y la paz, pero también para crear imágenes sobre sus territorios. Este fenómeno afectó al Medio Oriente con mayor fuerza y velocidad a raíz del ataque a las Torres Gemelas en el 2001.
Este tipo de visiones son dañinas a distintos niveles, recuerdo que cuando en 2012 planeaba mi primer viaje a Israel, Palestina y Jordania, los comentarios que recibía de aquellos que se enteraban de mis planes estaban cargados de un sesgo cognitivo. Una persona en particular me dijo: "Ten cuidado, los árabes son malos ¿No has visto en las películas?", pero también estas visiones difundidas a través de películas y otros medios fueron la justificación para las guerras en Libia, Irak y Afganistán.
En las próximas columnas iremos descubriendo y desmitificando algunos aspectos de esta región y de sus habitantes, mientras tanto puedes ir a mis redes para ver más fotos y noticias de Medio Oriente.
Jeziret Gallardo
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