Adiós a Aretha Franklin - un gigante de la música (VIDEO)

De la tinta de Mina Magallón.

Escrito en OPINIÓN el

Esta nota se la dedico a todas las familias con historias desgarradoras por los acontecimientos en Ayotzinapa, por los camiones llenos de cadáveres en Guadalajara y por los cientos de niños que desaparecen en México para nunca saberse nada más sobre ellos.

Antes de que lean quién fue Aretha Franklin, los invito a primero escuchar solamente los últimos dos minutos del siguiente video:

Verán por qué es considerada en EEUU un gigante de la música. En la entrega de los Premios Grammy de 1998, cuando Aretha interpreta un aria de la ópera Turandot, pasó a la historia de la música como un momento inigualable y un regalo para la humanidad. Aretha Franklin reemplazó al último minuto a Luciano Pavarotti. Fue de gran significado para todos los presentes la interpretación que hizo del aria conocida como Nessun Dorma, reconocido por su gran dificultad, que hace que muy pocos en el mundo de la ópera la puedan interpretar.  Nessun dorma representa la victoria del amor sobre el odio.

Aretha nació en 1942 y creció en Detroit, Michigan. Era hija del reverendo C. L. Franklin, un predicador turbulento de una iglesia Bautista, quien fue un gran orador y famoso cantante de música “gospel” (también conocida como espiritual o evangélica). Aretha se empieza a destacar desde muy temprana edad tocando el piano y cantando en el coro de la iglesia de su padre, quien estuvo muy involucrado en la lucha para que les otorgaran derechos civiles a los afroamericanos, movimiento que encabezó su gran amigo el reverendo Martin Luther King, Jr.  En su casa, desde muy pequeña, ella escuchaba los sueños de los líderes afroamericanos y se sumaba a ellos, ya que ella misma sufría desde niña todo tipo de humillaciones simplemente por ser una chica de color.  Su padre, además de ser un predicador, aprovechaba sus sermones en la iglesia para denunciar los abusos de la supremacía blanca, así que le inculcó un espíritu rebelde desde muy pequeña.

A principios de la década de 1960 ella empieza a luchar por la igualdad social usando la música “soul” la cual nació como representación de la esclavitud y el sufrimiento de todas las personas de color en EEUU. En ese entonces el estilo de música “soul” era un tipo de música nueva, revolucionara, de reciente estilo, de la cual Aretha llegaría a ser su máxima representante, figura paradigmática, icono, reina y, según el canon de la cultura popular estadounidense, “la artista más grande de todos los tiempos”. Aretha Franklin estableció el fondo y la forma de una cantante expresiva y auténtica.

En 1967, se veían a diario por las calles de Washington, D.C. aglomeraciones y grandes movimientos de manifestantes que luchaban por obtener igualdad de derechos.  Gritaban a toda voz en los parques, plazas, y calles que se terminara con la discriminación racial.  En esa época los afroamericanos no tenían derecho a votar, ni tampoco el derecho a sentarse en las primeras 20 filas de un autobús público, no podían ir a las escuelas públicas donde iban blancos, estaban separados, sin derechos civiles.

En 1968 la canción “Respeto”, que interpreta Aretha, se vuelve un himno personalizado para las mujeres que exigían se les otorgaran derechos en estos movimientos sociales.  En este mismo año ella interpretó Precious Lord en el funeral del reverendo Martin Luther King, Jr., quien fue asesinado a causa de su lucha para obtener la igualdad de derechos para los afroamericanos.  Desde entonces, la voz de Aretha estuvo unida para siempre con la lucha por obtener derechos y romper las cadenas que tenían subyugados a los afroamericanos.

En 1987, Aretha fue la primera mujer que llega a formar parte del prestigioso y afamado Salón de la Fama del Rock and Roll.  Sus canciones la convierten en la mujer con más premios Grammy de la historia. Aretha cantó en la celebración de la inauguración del presidente Jimmy Carter, de Bill Clinton, y de Barack Obama. Recibe en la Casa Blanca del presidente George W. Bush la Medalla Presidencial de la Libertad, pero quizá el momento más emotivo y mediático que se recuerda de ella fue durante un concierto de homenaje a la famosa cantante Carole King en 2015, al que asiste el presidente Obama. El mundo vio por televisión como al presidente se le escaparon las lágrimas al escucharla cantar “Tú me haces sentir como una verdadera mujer”.  Se conmovió tanto que más tarde Obama le escribe a Aretha diciéndole:

“Nadie encarna de forma tan completa las conexiones entre el espíritu afroamericano, el R&B y el rock and roll. La forma en como las dificultades y el dolor se transforman en belleza. La vitalidad y esperanza con que interpreta sus canciones es mágico.  EEUU vibra cuando Aretha canta. Su voz representa todas las vivencias del país, desde las más lamentables, hasta las grandes conquistas, la experiencia americana vista desde lo más bajo hasta lo más alto, desde el bien y el mal, así como el pedir perdón y lograr la reconciliación.  Todos estos sentimientos brotan al escuchar sus canciones, que son un himno a la igualdad humana.”

Despidamos a esta gigante de la música, a quien la historia recordará como una líder en la lucha para obtener la igualdad de derechos para todos.  Esperemos que en México el movimiento de la lucha contra la desaparición de personas se inspire con esta historia de Aretha para que sigan luchando contra la violencia que está matando a México y así poder recobrar la ilusión por la vida como lo hizo cantando Aretha Franklin.

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