El Senador por Nuevo León, Waldo Fernández, planteó la necesidad de abrir un debate nacional sobre el modelo de las Fiscalías Estatales y su desempeño, al señalar la falta de mecanismos claros de rendición de cuentas pese a la autonomía que adquirieron tras la reforma constitucional.
Durante un encuentro con el gremio de abogados, Fernández recordó que la independencia de las Procuradurías respecto a los Ejecutivos estatales buscaba reducir la corrupción, pero cuestionó si ese objetivo se cumplió en el caso de Nuevo León.
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“Dos años de conflicto político por la Fiscalía trajeron consecuencias devastadoras en materia de seguridad. ¿Qué hubiera pasado si el conflicto se hubiera resuelto antes? ¿Cuántas vidas se habrían salvado?”, expresó el legislador.
El Senador subrayó que las leyes no son inamovibles y deben adaptarse a las necesidades actuales de la sociedad, por lo que consideró urgente revisar el esquema de autonomía que, hasta el momento, no ha significado una mejora tangible en seguridad ni en la percepción ciudadana de la justicia.
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Asimismo, Waldo Fernández insistió en que no basta con que los fiscales presenten un informe escrito, sino que deben rendir cuentas con resultados concretos.
“Hoy no hay un proceso claro de rendición de cuentas para el Fiscal, como sí lo tiene el Poder Ejecutivo”, señaló.
El legislador agregó que, de manera constante, los ciudadanos expresan su desconfianza hacia la Fiscalía, mientras que la violencia y la inseguridad continúan en aumento.
Finalmente, Waldo Fernández cuestionó si la autonomía realmente eliminó la influencia política en la Fiscalía: “¿Quién de aquí me puede decir que la Fiscalía no sigue intereses políticos hoy en día?”, planteó ante los asistentes.
En el encuentro también participaron Gustavo Adolfo Guerrero, primer Fiscal General de Justicia de Nuevo León, y Bernardo González, último Procurador estatal antes de la entrada en vigor de la reforma.