En medio de una ola de calor que mantiene temperaturas superiores a los 40 grados Celsius, la crisis hídrica no da tregua en Nuevo León, a pesar de algunas lluvias recientes en zonas del estado, la sequía sigue avanzando y afecta ya a 14 municipios, incluyendo Monterrey, San Pedro, Juárez y Montemorelos, de acuerdo con el más reciente reporte del Monitor de Sequía de México, con corte al 15 de julio de 2025.
¿Qué dice el reporte del Monitor de Sequía de México sobre Nuevo León?
Según este informe, los municipios presentan condiciones de sequía anormalmente seca (D0) o sequía moderada (D1).
Esto quiere decir que hay menos agua disponible de la habitual, lo que representa un riesgo para el campo, el abasto público y el medio ambiente.
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¿Cuáles son los municipios afectadores por la sequía en Nuevo León?
Los municipios afectados son:
- Monterrey
- San Pedro Garza García
- Santa Catarina
- Juárez
- Cadereyta Jiménez
- Allende
- Montemorelos
- Santiago
- General Terán
- Rayones
- Anáhuac
- Galeana
- Los Ramones
- Lampazos de Naranjo
Las lluvias aisladas no son suficientes
Aunque el pronóstico del Servicio Meteorológico Nacional indica lluvias ligeras (menos de 5 mm) en algunas partes de Nuevo León, no se espera que sean suficientes para revertir los efectos de la sequía.
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Contraste nacional: lluvias intensas en el sur y oriente del país
Mientras tanto, otros estados como Veracruz, Oaxaca y Chiapas recibirán lluvias intensas (de 75 a 150 mm), con posibilidad de desbordamientos e inundaciones.
En el norte del país, entidades como Sonora, Chihuahua y Sinaloa también se beneficiarán de precipitaciones más abundantes gracias al monzón mexicano, algo que no se extiende al noreste.
Altas temperaturas agravan el panorama en Nuevo León
Otro factor que agrava la situación es el intenso calor, las temperaturas en Nuevo León están alcanzando entre 35 y 40 grados Celsius, especialmente en zonas como Monterrey, San Pedro, Apodaca y Escobedo. Esto provoca mayor evaporación y eleva el consumo de agua en los hogares y en el campo.
Además, este ambiente seco y caluroso incrementa el riesgo de incendios forestales, pérdida de cultivos y problemas de salud relacionados con la exposición prolongada al calor.
