CURIOSIDADES

La calle de libros usados en Monterrey: una joya oculta para los amantes de la lectura

Con librerías que conservan el encanto de antaño, la calle Guerrero en Monterrey se consolida como un punto de encuentro para lectores, coleccionistas y curiosos.

La calle de los libros en Monterrey mantiene viva la pasión por la lectura en pleno corazón del centro.
La calle de los libros en Monterrey mantiene viva la pasión por la lectura en pleno corazón del centro.Créditos: Google Maps/ Canva
Escrito en NUEVO LEÓN el

En pleno corazón del centro de Monterrey, la calle Guerrero se ha convertido en un verdadero refugio para los amantes de la lectura, gracias a sus históricas librerías dedicadas a la venta de libros usados, ediciones raras y ejemplares agotados o incluso descontinuados.

En el cruce de las calles Guerrero y Washington, en pleno centro de Monterrey, existe un lugar donde las letras resisten al paso del tiempo y la digitalización: la calle de los libros, como la conocen muchos lectores y coleccionistas.

A lo largo de la calle Guerrero se ubican varios negocios establecidos en antiguas casonas, todos dedicados a la venta de libros usados. En sus estanterías se puede encontrar de todo: desde novelas clásicas hasta textos escolares, enciclopedias, poesía, filosofía, ciencia, historia y literatura contemporánea. Todo con un factor en común: precios accesibles y la experiencia única de sostener un libro entre las manos.

Ejemplares que se convierten en verdaderos tesoros literarios, únicos y de valor incalculable, pues se han podido localizar textos religiosos como biblias que datan de 1800.

Con seis establecimientos especializados, este corredor literario es considerado una joya oculta para bibliófilos. Entre las más reconocidas se encuentran Librería Cerda, La Nacional, La Victoria, Max Librería, el local de Roberto Oviedo, y La Atenea, esta última ubicada en la calle Modesto Arreola casi esquina con Juárez.

Cada local tiene su sello particular: algunos se enfocan en literatura universal, otros en libros técnicos, escolares, religiosos o históricos, y muchos también ofrecen discos LP, casetes y servicios de impresión, edición y encuadernación.

Además de la calle Guerrero, en fechas recientes los lectores pueden encontrar libros usados en El Libro Barato (ubicado en Mariano Jiménez y Reforma) y los domingos en el Corredor Cultural de la calle Mina, en el Barrio Antiguo, donde se instalan puestos al aire libre con una variada oferta cultural.

Aunque la clientela ya no es tan numerosa como antes, el flujo de lectores persiste, fieles al ritual de buscar joyas literarias entre estantes polvorientos y pasillos estrechos. Libreros y visitantes coinciden en que, a pesar del avance tecnológico, nada reemplaza la sensación de leer en papel y dejarse conquistar por las letras que invitan a un viaje por la imaginación.