El Gobierno de Nuevo León implementó un ambicioso Plan Maestro del Agua que busca asegurar el abasto de agua potable en la entidad hasta el año 2050, mediante una estrategia dividida en fases que contemplan obras inmediatas, así como proyectos a mediano y largo plazo.
La iniciativa surgió en mayo de 2022, cuando el gobernador Samuel García presentó una ruta integral que contempla inversiones históricas y una transformación del sistema hídrico.
Durante ese año, la demanda de agua en el área metropolitana rondaba los 16 metros cúbicos por segundo, y con la ejecución de este plan se proyectó alcanzar los 25 metros cúbicos este 2025, ampliando incluso hasta los 50 mil litros por segundo en 2050.
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Primera fase (2022)
Durante la primera etapa, el objetivo principal fue responder de manera rápida a la crisis del agua, aumentando la capacidad de suministro con nuevos pozos someros y mejoras en la infraestructura existente.
Segunda fase (2025)
En el mediano plazo, destacan obras como la culminación de la presa Libertad (ahora presa León), con una capacidad de 220 millones de metros cúbicos. A esto se suma la construcción de cuatro plantas de tratamiento avanzado de aguas residuales, con una inversión estimada de 2 mil millones de pesos.
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Este periodo también contempla la renovación de 1.5 millones de medidores, la reducción de conexiones irregulares y la expansión de la red de distribución del Sistema Monterrey 5.
Tercera fase (2027 a 2050)
La tercera etapa del plan, proyectada entre 2027 y 2050, se enfoca en obras estratégicas que buscan ampliar la disponibilidad del recurso hídrico.
Entre los proyectos clave se encuentra el acueducto El Cuchillo II, ubicado en el municipio de China, que duplicará la capacidad de extracción de agua desde esta presa, además de conectar con la presa Vicente Guerrero en Tamaulipas, cuya capacidad supera a las presas locales de Nuevo León.
Otra propuesta relevante es el desarrollo de un acueducto de 500 kilómetros desde el río Pánuco, que permitiría bombear agua hasta Monterrey, y la construcción de una planta desaladora binacional en Texas, que abriría una nueva fuente de agua para el estado.
Con estas acciones, el Plan Maestro del Agua se consolida como una estrategia integral para blindar el suministro de agua potable en Nuevo León durante las próximas décadas, enfrentando los retos del cambio climático y el crecimiento urbano.