Hablar de las décadas de los 80´s y 90´s es hablar de una generación libre del internet y las redes sociales, así que los paseos familiafres eran más que esperados cada fin de semana.
Para quienes vivieron en esta época, recuerdan con nostalgia y cariño el centro comercial ubicado en la parte baja de la Macroplaza, junto frente al andador peatonal de la calle Morelos, entre Zuazua y Zaragoza.
Descender por las escalinatas empedradas de la denominada Gran Plaza era parte de la adrenalina al saber que te esperaba una tardeada entre amigos en los pequeños restaurantes y tiendas de ropa, mientras recorrías sus pastillos con techos de espejos.
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Otro de los lugares más visitados del espacio eran las chispas o maquinitas, lugares que presagiaban la llegaba de los videojuegos y las nuevas tecnologías y donde seguramente estabas dispuesto a perder todos tus recursos.
La visita a don Galleto
Por estos meses, cerca de que concluyera el periodo escolar, las madres de familia te recordaban que si lograbas un buen promedio, serías de los afortunados en conocer, saludar y recibir de manos de don Galleto, una dotación de postres de la marca Gamesa, junto con algunos útiles y artículos promocionales.
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Por los meses de julio y agosto se podían ver las largas filas de pequeños ilusionados acompañados por sus padres y hermanos para entregar orgulloso sus calificaciones a tan célebre personaje regiomontano.
El tiempo no perdona y luego de tener su época de gloria, los visitantes dejaron de llegar y los locales se fueron vaciando poco a poco.
Ese espacio donde chicos y grandes disfrutaron de gratos momentos de esparcimiento, hoy luce vacío y hasta un poco tenebroso, dejando atrás una época llena de diversión y alegría para chicos y grandes.