Luego de más de 20 años de ausencia, Green Day volvió a Monterrey, para encabezar el cierre del primer día del festival Pa’l Norte 2025, con un espectáculo lleno de energía y nostalgia para todos sus fanáticos.
La banda californiana, que no se presentaba en la ciudad desde 2004, subió al escenario cerca de la medianoche y ofreció un show que se extendió más allá de la 1:40 de la madrugada, superando las expectativas de duración.
Antes de que Billie Joe Armstrong, Mike Dirnt y Tré Cool aparecieran en escena, el ambiente se encendió con Bohemian Rhapsody de Queen y Blitzkrieg Bop de Ramones a todo volumen. En ese momento, apareció en el escenario la icónica botarga del conejo de Green Day, quien animó al público para dar paso a la primera canción de la noche: The American Dream Is Killing Me.
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A partir de ahí, la banda desató una avalancha de clásicos que incluyó Welcome to Paradise, Longview, She y When I Come Around. Uno de los momentos más celebrados fue Basket Case, coreada por miles de voces que llenaron el Parque Fundidora.
Durante Know Your Enemy, Billie Joe invitó al escenario a una fan del público, quien evidentemente conocía la dinámica del show. La joven subió entusiasmada, cantó junto al vocalista y no perdió la oportunidad de abrazarlo con emoción.
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La energía no bajó con temas como One Eyed Bastard, Dilemma y 21 Guns, hasta llegar a Minority, en la que Armstrong tomó una bandera de México, se la colocó como capa y gritó “¡Viva México!”, desatando una ovación.
En medio del concierto, Billie Joe hizo una pausa para dirigirse al público con un mensaje importante, ya que pidió dejar los celulares, no grabar, no subir contenido en redes y vivir el momento. El gesto fue bien recibido, y por unos minutos, el público bajó sus teléfonos para disfrutar del presente.
Otros temas como Brain Stew, American Idiot y Holiday mantuvieron el nivel de euforia, mientras que Boulevard of Broken Dreams fue otra de las favoritas.
Sin embargo, Wake Me Up When September Ends fue, sin duda, la más coreada de la noche. La canción fue cantada a una sola voz por el público, sorprendiendo a Armstrong.
El repertorio también incluyó Are We the Waiting, St. Jimmy, Letterbomb y Jesus of Suburbia.
Tras Bobby Sox, las luces se apagaron y pareció que el concierto había terminado, pero Billie Joe regresó solo al escenario con su guitarra para interpretar Good Riddance; antes, preguntó al público si preferían que subiera a alguien del público para tocarla o que la interpretara él. El público respondió con gritos pidiendo que la cantara él, cerrando así la noche.
En el cierre no faltó la pirotecnia e incluso Tré Cool se acercó a los fans para regalar baquetas y plumillas antes de despedirse del escenario.