Durante el día de hoy, la mala calidad del aire ha permanecido en el Área Metropolitana debido a factores como fuertes vientos y tolvaneras, lo que incrementa la presencia de partículas contaminantes en el ambiente. Para minimizar los riesgos asociados a la inhalación de estas partículas, es fundamental utilizar mascarillas adecuadas que filtren eficazmente los contaminantes presentes en el aire.
Tipos de mascarillas recomendadas
Mascarillas N95 y KN95: Estas mascarillas están diseñadas para filtrar al menos el 95% de las partículas en el aire, incluyendo las partículas PM2.5, que son especialmente perjudiciales para la salud. Su ajuste ceñido al rostro proporciona una barrera efectiva contra la inhalación de contaminantes.
Mascarillas FFP2 y FFP3: Según las normativas europeas, las mascarillas FFP2 filtran al menos el 94% de las partículas en el aire, mientras que las FFP3 alcanzan una filtración del 99%. Estas opciones ofrecen niveles elevados de protección y son adecuadas para situaciones de alta contaminación.
Otras opciones
Mascarillas quirúrgicas desechables: Aunque están diseñadas principalmente para bloquear gotas y aerosoles de gran tamaño, ofrecen una protección limitada contra partículas finas presentes en la contaminación del aire.
Mascarillas de tela o higiénicas: Su eficacia depende del número de capas y del material utilizado. Para una protección adecuada, deben estar fabricadas con múltiples capas de tela transpirable y de trama cerrada.
Recomendaciones para el uso adecuado de mascarillas
Ajuste correcto: Asegúrese de que la mascarilla cubra completamente la nariz, la boca y la barbilla, y que se ajuste firmemente al rostro sin dejar espacios laterales.
Limitaciones de uso: Evite utilizar mascarillas en condiciones de calor extremo o durante actividades físicas intensas que dificulten la respiración. Además, no se recomienda su uso en niños menores de 2 años.
Tiempo de uso: Las mascarillas desechables, como las N95, KN95 y quirúrgicas, están diseñadas para un solo uso. Es importante reemplazarlas según las indicaciones del fabricante o cuando se perciba dificultad para respirar a través de ellas.