¿Alguna vez has sentido que tu perrhijo te habla con la mirada? No es tu imaginación ni estás alucinando, hay estudios científicos que demuestran cómo los rasgos de los perros han cambiado para reflejar sus emociones y comunicarse con las personas luego de siglos de domesticación.
Seguramente has escuchado de la expresión de “ojos de cachorro” o “puppy eyes” (en inglés) se utiliza para referirse a una mirada tierna o inocente. Y proviene de gestos que hacen los perros y que son resultado de un proceso evolutivo de 33 mil años.
Esto de acuerdo con el estudio “Evolución de la anatomía de los músculos faciales en perros”, realizado en 2029 por Juliane Kaminski, psicóloga de la Universidad de Portsmouth, en Reino Unido.
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¿Cómo evolucionaron los ojos de los perros con la domesticación?
Kaminski señala que durante el proceso de domesticación que transformó a los lobos en perros, también cambió la anatomía de los músculos faciales.
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Específicamente el “anguli oculi medialis”, un músculo responsable de elevar el interior ceja intensa, que está presente en la anatomía de los perros pero no de los lobos.
De acuerdo con el estudio este movimiento: “se asemeja a una expresión que los humanos producen cuando está triste, por lo que su producción en perros puede desencadenar una respuesta cariñosa en humanos”.
La conclusión de este estudio es que los perros con cejas expresivas tenían una ventaja de selección natural y mayor preferencia por parte de los humanos, así que con los años, los canes fueron desarrollando los “ojos de cachorro”.
“Además, demostramos que estos cambios musculares notablemente rápidos pueden vincularse directamente a una mayor interacción social con los seres humanos. El resto de la anatomía facial no difirió entre las especies, por lo que esta diferencia anatómica se traduce en comportamiento”, señala la investigación.