La muerte de Jenni Rivera sigue siendo uno de los momentos más dolorosos en la historia de la música regional mexicana. A más de una década de la tragedia, los hechos continúan generando preguntas sobre lo que ocurrió aquella madrugada en la que la artista abandonó Monterrey después de un concierto.
La intérprete de “Inolvidable” y su equipo abordaron un avión privado Learjet 25 tras concluir su presentación en la ciudad. El vuelo despegó alrededor de las 03:15 horas del 9 de diciembre de 2012 con dirección a Toluca, pero la comunicación con la torre se perdió entre las 03:25 y 03:30 horas sin señales previas de emergencia.
Mientras avanzaba la mañana, autoridades estatales y federales localizaron los restos de la aeronave en una zona montañosa del municipio de Iturbide, Nuevo León. El impacto dejó el avión completamente destruido, lo que permitió confirmar que no había sobrevivientes entre los ocupantes.
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¿Qué sucedió después?
El informe técnico de la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC) y la National Transportation Safety Board (NTSB) de Estados Unidos dio un giro importante en el caso al revelar fallas relacionadas con la operación del vuelo.
De acuerdo con las investigaciones, el descenso del avión ocurrió mientras ascendía a 28 mil pies, en una caída en picada casi vertical (nose-dive), que generó una velocidad extrema superior a 1000 kilómetros por hora. La magnitud del impacto destruyó por completo el fuselaje, lo que impidió identificar el origen exacto de la pérdida de control.
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El Learjet 25 tenía 40 años en servicio, el piloto de 78 años superaba la edad permitida para operar, y el copiloto de 21 años no contaba con las autorizaciones necesarias para volar fuera de Estados Unidos.
Finalmente, el caso fue cerrado en diciembre de 2014 ya que la investigación no logró establecer una causa definitiva del accidente, debido al nivel de destrucción de la aeronave.
Legado
Jenni Rivera dejó un legado inquebrantable en la música regional mexicana, un impacto que traspasó fronteras con temas como “La gran señora”, “Basta ya” y “De contrabando”, los cuales se convirtieron en éxitos rotundos e himnos de empoderamiento femenino.
Además, la cantante amplió su presencia en la televisión como coach en la segunda temporada de “La Voz México” y desarrolló proyectos empresariales relacionados con la moda y la belleza.
