Intocable encendió la Arena Monterrey durante la primera de dos noches programadas en la ciudad, donde 12 mil 500 asistentes disfrutaron de un espectáculo cargado de nostalgia, cercanía y una producción de primer nivel.
La agrupación originaria de Zapata, Texas, abrió su presentación alrededor de las 22:00 horas con la proyección del video “Estamos todos”, un mensaje contundente sobre la situación que viven miles de migrantes afectados por redadas del ICE y el cierre de empleos en Estados Unidos.
Con su “Antología Tour” en formato 360°, la banda liderada por Ricky Muñoz ofreció a los seguidores una experiencia inmersiva que los envolvió desde cualquier ángulo del recinto.
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El vocalista conectó de inmediato con el público al saludar diciendo “así suena Intocable cuando come cabrito”, dando inicio a un momento de pirotecnia simulada que iluminó por completo el escenario giratorio.
La producción incluyó juegos de luces, pantallas de gran formato y un escenario que permitió al grupo interactuar más de cerca con los asistentes. Temas como Dímelo, Llévame en tu viaje y A dónde estabas tú marcaron el arranque del concierto, manteniendo la energía arriba desde los primeros minutos.
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Ricky Muñoz también sorprendió al anunciar que hablaría menos durante el evento para dejar que la música fuera la protagonista.
“Vienen a escuchar mi música, ¿no es cierto? Entonces esa es su suerte, de que no voy a hablar mucho, vamos a dejar que nuestra música hable por nosotros mismos. Comprendí que hablar es meterte en problemas”, expresó ante el júbilo de los fans.
Luego de este preámbulo, los músicos interpretaron "No te vayas", "Estas que te pelas" y "Robarte un beso", además de sus éxitos "Perdedor", "Ayúdame", "Culpable fui", sin faltar por supuesto, "Soñador eterno".
Con una trayectoria que ha sabido mantenerse vigente, Intocable reafirmó por qué sigue siendo una de las agrupaciones consentidas del público regiomontano, dejando una expectativa alta para la segunda noche en la Arena Monterrey que se vivirá este sábado 6 de diciembre.