NUEVO LEÓN

Tiene Nuevo León este 2025 lluvias por debajo del promedio histórico

Aunque se han registrado tormentas intensas en los últimos meses, el acumulado anual de lluvias en Nuevo León está por debajo de 2024.

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Aunque las lluvias y tormentas de los últimos meses han dado la impresión de un año húmedo, los registros oficiales indican que en realidad en Nuevo León ha llovido menos en 2025 que en 2024, y también por debajo del promedio histórico.

De acuerdo con los datos climatológicos más recientes, de enero a octubre se han acumulado 500.3 milímetros de lluvia, mientras que la media histórica para ese periodo es de 611.2 milímetros, lo que representa un déficit del 23 por ciento.

El promedio anual esperado para el estado es de 654.2 milímetros, cifra que se espera que no se alcance debido a que noviembre y diciembre suelen registrar pocas precipitaciones; al contrario, el mes de septiembre era cuando más precipitaciones se esperaban para la entidad. 

Aun con este déficit, las presas principales del estado mantienen niveles estables, impulsadas por las lluvias de los meses recientes.

Actualmente, la presa El Cuchillo cuenta con un almacenamiento de 928.036 millones de metros cúbicos, equivalente a 82.63% de llenado.

Por su parte, la presa La Boca registra 39.068 millones de metros cúbicos, con 98.94% de su capacidad, mientras que Cerro Prieto se encuentra en 309.167 millones de metros cúbicos, con 103.06% de llenado.

Estas cifras muestran que, aunque la cantidad de lluvia ha sido menor, los embalses lograron conservar niveles altos tras los episodios de tormentas en el segundo semestre del año. Sin embargo, los especialistas advierten que esta condición podría revertirse si el próximo año se mantiene la tendencia de baja precipitación.

Con la llegada de noviembre, el pronóstico apunta a un cierre de año con pocas lluvias en Nuevo León, lo que limita la posibilidad de alcanzar la media histórica anual.

Este comportamiento refleja un patrón de lluvias cada vez más irregular, con meses de intensas tormentas seguidos de periodos secos, lo que obliga a las autoridades y a la población a mantener estrategias de uso responsable del agua y continuar vigilando los niveles de las presas durante la temporada seca.