Durante una entrevista en el podcast de Melo Montoya, el comediante regiomontano Brincos Dieras finalmente contó la historia real detrás del famoso “chamoy”, el característico gesto y guiño que se ha convertido en una de sus marcas más reconocidas en el escenario.
Por años, fans y asistentes se habían preguntado cómo nació ese movimiento tan popular, y fue en este diálogo donde el payaso explicó su inesperado origen: una fiesta infantil.
Según relató, todo comenzó cuando la organizadora del evento le entregó una bolsa llena únicamente de dulces tipo chamoy, aquellas pulpas ácidas tradicionales de las bolsitas escolares.
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“La señora me dio un premio de puro chamoy, de esas pulpas que comíamos en la escuela… Yo siempre daba dulces a los niños que no ganaban, pero esta vez era puro chamoy”, contó entre risas.
Durante la dinámica, Brincos Dieras empezó a bromear repetidamente con los niños usando la palabra “chamoy”:
“¿Quién quiere un chamoy?”, “¿Quién se gana un chamoy?”, haciendo que todos repitieran la palabra una y otra vez.
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El momento clave surgió cuando uno de los niños, jugando entre las risas del público, se acercó por detrás y le hizo el gesto que ahora identifica al comediante:
“El último niño me picó la cola y me hizo ‘chamoy’. Y de ahí la gente se empezó a cagar de risa. Se quedó.”
La ocurrencia se convirtió en una dinámica improvisada: los niños solo podían responder “chamoy” a todo lo que él preguntara.
La gente explotó en carcajadas y, sin saberlo, nació uno de los ademanes más emblemáticos de Brincos Dieras.
El comediante asegura que el gesto trascendió tanto que incluso ahora en escuelas se burlan o juegan imitando el “chamoy”, al grado de bromear con que “ya los están demandando” por el juego viral.