El Congreso de Nuevo León aprobó por unanimidad una reforma que amplía la definición de acoso en espacios públicos y en el transporte público, con el objetivo de fortalecer la protección de las mujeres frente a conductas de carácter sexual no consentidas.
La modificación se incorpora a los artículos 14 y 14 Bis de la Ley de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia.
La reforma surge a partir de una iniciativa presentada por Miguel Flores, actual Secretario General de Gobierno, y Sandra Pámanes, coordinadora de la bancada de Movimiento Ciudadano, quienes destacaron la necesidad de actualizar el marco jurídico estatal ante la creciente incidencia de casos de acoso en calles, paradas de autobús y unidades de transporte.
¿Qué cambia con la reforma aprobada por el Congreso?
El Congreso determinó que la violencia y el acoso pueden presentarse en cualquier espacio público o medio de transporte, incluso cuando no existe una relación previa entre la persona agresora y la víctima. Esta precisión busca cerrar vacíos en la ley y garantizar que las autoridades puedan intervenir ante situaciones que antes no estaban claramente tipificadas.
El artículo 14 ahora establece que estas conductas pueden ser físicas o verbales y que, al tener una naturaleza sexual sin consentimiento, constituyen una violación directa a los derechos humanos de las mujeres.
De acuerdo con la diputada Sandra Pámanes, el acoso en espacios públicos y transporte ocurre de forma cotidiana y muchas veces sin que la víctima cuente con herramientas legales claras para denunciar. Explicó que la conducta se manifiesta a través de palabras, gestos, persecuciones o tocamientos, todos sin consentimiento, lo que impacta directamente la seguridad y libertad de movilidad de las mujeres.
Por su parte, Miguel Flores añadió que actualizar la legislación estatal es fundamental para atender un problema que afecta a mujeres de todas las edades y que exige mecanismos de atención más claros y efectivos.
¿Cómo beneficiará esta modificación a las mujeres en Nuevo León?
La ampliación del concepto de acoso facilitará:
- La denuncia de casos ocurridos en el transporte público o en la vía pública.
- La intervención inmediata de autoridades municipales y estatales.
- La generación de protocolos más claros para operadores del transporte y cuerpos de seguridad.
- Mayor visibilidad del problema, al considerarlo un tipo de violencia reconocido explícitamente por la ley.
La reforma también abre la puerta a trabajar en programas preventivos, capacitación a servidores públicos y campañas de sensibilización para promover espacios más seguros para las mujeres.
