La osa Mina, rescatada y actualmente bajo los cuidados de la Fundación Invictus y la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), sigue su proceso de recuperación luego de haber sido hospitalizada por más de nueve días. Aunque todavía se encuentra en un estado crítico, las noticias sobre su evolución son esperanzadoras y reflejan una mejora en su salud y comportamiento.
Avances notables en la salud de Mina
De acuerdo con el último informe proporcionado por el equipo médico de la Fundación Invictus, Mina ha mostrado avances significativos en varios aspectos cruciales de su recuperación. Uno de los signos más positivos es el incremento en su nivel de actividad. La osa, que inicialmente se encontraba débil y con un comportamiento apático, ahora exhibe mayor energía y un consumo de alimento más estable. Asimismo, su lengua, antes pálida, ha adquirido un color más rosado y ágil, lo que es una señal positiva de su recuperación.
"Es una paciente hermosa, valiente y resiliente. Nos sorprende todos los días", señaló el equipo médico.
Además, el rostro de Mina ha mostrado una visibilidad desinflamada, lo cual es un indicador de la efectividad de su tratamiento hasta el momento.
Tratamiento médico y objetivos a corto plazo
Aunque la osa Mina continúa siendo considerada un paciente en estado crítico, el informe subraya que los avances son esperanzadores. Uno de los objetivos inmediatos de los especialistas es mejorar su condición nutricional e hidratación. Para ello, se le ha proporcionado una dieta especializada en proteínas y se ha establecido un protocolo de monitoreo constante con tecnología de circuito cerrado.
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El próximo paso en su tratamiento será realizar estudios de tomografía y otros diagnósticos médicos que ayuden a los veterinarios a definir el tratamiento definitivo. Según la Profepa, este manejo programado incrementa las probabilidades de sobrevivencia de Mina y también permite evaluar su estado físico y mental de manera precisa.
En las últimas 48 a 65 horas de monitoreo, el equipo veterinario ha reportado mejoras en varios aspectos importantes de la salud de la osa. Entre los avances destacados se incluyen:
- Incremento en su nivel de actividad.
- Mayor consumo de alimento y adaptación positiva a la dieta.
- Respuesta favorable al manejo del dolor.
- Mejoría en la consistencia de sus heces.
- Reactividad y búsqueda de estímulos naturales.
- Movimientos más seguros y confiados.
- Disminución del olor seborreico en su piel.
- Ausencia de moscas en su entorno, lo que indica un ambiente higiénico y controlado.
Un aspecto clave en el tratamiento de Mina es su historial médico. La osa había sido diagnosticada con leptospirosis antes de su rescate, lo que activó los protocolos sanitarios establecidos por la Profepa y la Fundación Invictus. Esto incluyó la notificación al Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (SENASICA) para garantizar un manejo bioseguro que evitara riesgos para otros animales y el personal veterinario.
Mina se encuentra en un área de aislamiento, con clima controlado y bajo supervisión constante de un equipo especializado en fauna silvestre. La cooperación entre estas instituciones ha sido clave para ofrecer a la osa las mejores condiciones posibles para su rehabilitación.
A pesar de su difícil situación, Mina sigue siendo un faro de esperanza. Su proceso de recuperación continúa, y tanto la Fundación Invictus como la Profepa están comprometidas con su bienestar hasta su total recuperación.
“Estamos vibrando alto con Mina", concluyó el equipo de atención.
