La serie documental de HBO Max ¿Quién mató a nuestra hija? sigue mostrando el camino de búsqueda y exigencia de justicia de los padres de Debanhi Escobar, la joven de 18 años cuyo caso conmocionó a México en abril de 2022. A lo largo de sus cuatro episodios, la producción reconstruye los hechos, las inconsistencias de las autoridades y las decisiones que marcaron la investigación del feminicidio.
En su segundo capítulo, el documental se enfoca en los momentos más tensos y confusos del caso: el hallazgo del cuerpo, las versiones contradictorias de la Fiscalía, y la decisión de la familia de realizar una segunda autopsia independiente.
La historia comienza con una llamada inesperada; Mario Escobar, padre de Debanhi, fue trasladado de manera urgente por la Fiscalía Especializada en Feminicidios, mientras su hermana, Gloria, informaba que el área del Motel Nueva Castilla, en Escobedo, estaba completamente acordonada; poco después, las autoridades confirmaron el hallazgo de un cuerpo en una cisterna del motel, a escasos metros de donde días antes se había realizado una intensa búsqueda sin resultados.
Te podría interesar
Desde ese momento, la familia comenzó a notar irregularidades, denunciaron que no se les permitió acercarse al lugar ni presenciar el levantamiento del cuerpo, y que únicamente se les mostraron tres fotografías para identificarlo. Mario Escobar exigió ver todas las imágenes antes de confirmar que se trataba de su hija.
Más tarde reconocería ante las cámaras que “cometió el error de creer en la fiscalía”.
Te podría interesar
La primera autopsia oficial, realizada por la Fiscalía General de Justicia de Nuevo León, determinó que Debanhi había muerto por una contusión profunda en el cráneo, descartando huellas de violencia; el entonces fiscal Gustavo Adolfo Guerrero les presentó la hipótesis oficial: “Debanhi cayó accidentalmente a la cisterna y se golpeó la cabeza”.
Sin embargo, las inconsistencias del informe despertaron nuevas dudas, ya que la familia notó similitudes con otro caso en el que también se había descartado un feminicidio y decidió buscar una segunda opinión.
Mario Escobar llamó directamente al gobernador Samuel García, quien accedió a que un perito independiente realizara una segunda necropsia.
El segundo peritaje concluyó que Debanhi fue víctima de violencia sexual, asfixia y múltiples golpes, descartando completamente la versión de un accidente.
El documental expone además una serie de inconsistencias en la evidencia: el cuerpo no presentaba fracturas compatibles con una caída; en la cisterna se encontraron objetos colocados de manera ordenada —como la bolsa, el celular, las llaves y condones— y los tenis de Debanhi estaban fuera del cuerpo, algo que no coincidía con una caída accidental.
Mientras tanto, en las calles y redes sociales, colectivos feministas, ciudadanos y youtubers comenzaron a denunciar la manipulación de la información y las omisiones de las autoridades.
En los momentos finales del episodio, se muestra cómo los padres de Debanhi se reunieron con el presidente de México, quien se comprometió a que la Fiscalía General de la República (FGR) atrajera el caso para esclarecer los hechos. Fue entonces cuando se anunció la exhumación del cuerpo, con el objetivo de realizar una nueva autopsia que pudiera confirmar la causa real de la muerte.
