El gobierno federal proyecta que el Tren del Golfo de México se conecte con el Metro de Monterrey como parte del tramo que cruzará la zona metropolitana de la capital de Nuevo León, informó Andrés Lajous, titular de la Agencia Reguladora de Transporte Ferroviario (ARTF).
“Estamos trabajando con el Gobierno estatal para integrar la conexión con el Metro de Monterrey, de forma que el tren sea parte del servicio metropolitano que se ofrece en la zona”, detalló el funcionario durante la conferencia matutina junto a la presidenta Claudia Sheinbaum.
El Tren del Golfo, que cubrirá el tramo Saltillo–Nuevo Laredo, tendrá una longitud total de 396.3 kilómetros y conectará diversas zonas industriales y urbanas del norte del país. De ese total, 285 kilómetros corresponderán al trayecto Monterrey–Nuevo Laredo, y 111 kilómetros al de Saltillo–Monterrey.
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La demanda estimada del proyecto es de 7.5 millones de pasajeros anuales, según estudios ambientales y sociales. Las próximas licitaciones se realizarán el 29 de octubre y el 27 de noviembre, correspondientes a los tramos metropolitanos A y B de Monterrey y las secciones Derramadero–García y Las Torres–Nuevo Laredo.
Lajous informó que ya se han contratado dos secciones: una de 100 kilómetros desde el norte de Monterrey hasta Bustamante, y otra de 136 kilómetros hacia Nuevo Laredo, donde actualmente se realizan levantamientos geotécnicos, diseño de cimentaciones profundas, rectificación de vías y obras preliminares.
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El proyecto contempla 115 puentes ferroviarios, 20 viaductos con una extensión de 36.5 kilómetros, tres tramos de vía doble (211.7 km) y dos de vía sencilla (236.6 km), además de 77 pasos inferiores y más de 500 obras de drenaje transversal.
El tramo Derramadero–Santa Catarina fue calificado como prioritario, ya que beneficiará a miles de trabajadores que diariamente viajan a las zonas industriales de Saltillo y Ramos Arizpe.
“La conexión ferroviaria permitirá reducir tiempos de traslado y mejorar la seguridad vial”, destacó Lajous.
Además, el gobierno federal lanzó la licitación para la adquisición de 47 trenes de pasajeros, diseñados para trayectos de hasta 400 kilómetros y velocidades máximas de entre 200 y 360 km/h, con configuraciones adaptables para servicios de largo recorrido y metropolitano.