La osa Mina, que se encontraba en el zoológico La Pastora y fue trasladada hacia la Fundación Invictus, en Pachuca, continúa bajo cuidados médicos especializados, con avances positivos en su estado de salud, según reportaron los veterinarios que la atienden.
De acuerdo con el equipo médico, Mina permanece bajo observación constante, aunque su recuperación será un proceso largo, presenta signos de mejoría día con día, lo que ha generado esperanza entre sus cuidadores y seguidores.
Una de las cuidadoras de Fundación Invictus, quien ha sido la encargada de compartir los detalles de su evolución, explicó en un video reciente que, si bien se lanzó una campaña llamada “Un abrazo para Mina” para obtener recursos que apoyen su tratamiento, la atención médica de la osa no depende de la venta de los artículos promocionales.
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“Se vendan o no se vendan... bueno, no depende de ello que continuemos el tratamiento de Mina. Mina tiene garantizada la atención de todas y todos sus médicos; garantizada la atención de todo el equipo Invictus, desde los voluntarios, practicantes, residentes y staff. Hoy por hoy, nuestra paciente que merece mucha atención es Mina, por su situación crítica”, reveló la integrante de la fundación.
La campaña “Un abrazo para Mina” invita al público a sumarse mediante la compra de un peluche conmemorativo, con el fin de contribuir simbólicamente a la rehabilitación de la osa.
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De acuerdo con la organización, estos peluches, aproximadamente entre 80 y 100 piezas, no tienen un fin lucrativo, sino que representan una forma de agradecimiento y ayuda; estos ositos de peluche se pueden encontrar en Mercado Libre por un costo de $380 pesos.
La cuidadora también detalló que, aunque ya comienza a mostrar un leve crecimiento de pelaje, la osa continúa en estado crítico para su edad y especie. Explicó que, al tratarse de una osa negra, debería tener una complexión más robusta, pelaje completo y una dieta distinta; sin embargo, debido a los padecimientos que enfrenta, su condición física aún no es la óptima.
Mina, la osa negra rescatada en Nuevo León, padece leptospirosis, una enfermedad infecciosa, además de lesiones en la piel y las patas, que deterioraron gravemente su salud.