Con la intención de hacer conciencia sobre la integración de las personas que tienen discapacidad visual y que se desenvuelvan en igualdad de condiciones sin ningún tipo de discriminación, el 4 de enero se celebra a nivel mundial el día del sistema de lectura y escritura braille.
Esta conmemoración surgió en noviembre del año 2000, cuando la Unión Mundial de Ciegos convirtieron este día en celebración, haciéndolo coincidir con la fecha de nacimiento del creador del sistema de escritura y de lectura táctil, Louis Braille, el 4 de enero de 1809 en Francia.
¿Qué es el braille?
El braille es un alfabeto, con el que pueden representarse las letras, los signos de puntuación, los números, la grafía científica, los símbolos matemáticos, la música.
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Este consiste en seis puntos en relieve organizados como una matriz de tres filas por dos columnas, que convencionalmente se numeran de arriba a abajo y de izquierda a derecha.
Mediante estos seis puntos se obtienen 64 combinaciones diferentes. La forma de leer el alfabeto Braille es mover la mano de izquierda a derecha pasando por cada línea. En promedio los lectores de Braille pueden leer de 104 a 125 palabras por minuto.
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¿Cuál es la importancia de celebrar el Día Mundial del Braille?
Promoción de la accesibilidad:
Resalta la importancia del braille como herramienta que permite a las personas con discapacidad visual acceder a la información, la educación y la cultura.
Promueve la inclusión al asegurar que las personas ciegas tengan igualdad de oportunidades para participar plenamente en la sociedad.
Concienciación sobre los derechos humanos:
Refuerza la necesidad de garantizar que las personas con discapacidad visual puedan disfrutar de sus derechos fundamentales, como el acceso a la información en braille en documentos oficiales, medicamentos, y productos de consumo.
Impulso a la educación y el empleo:
Destaca el papel del braille en la alfabetización de personas ciegas, lo cual es esencial para su desarrollo personal, profesional y social.
Lucha contra la exclusión y el estigma:
Promueve una mayor comprensión y aceptación de las necesidades de las personas con discapacidad visual, combatiendo la discriminación y los prejuicios.
Inspiración e innovación:
Motiva a las comunidades a explorar nuevas tecnologías y herramientas basadas en el braille que mejoren la vida de las personas con discapacidad visual.