Las presas de Nuevo León muestran una notable recuperación en sus niveles de agua tras las lluvias de las últimas semanas, según el reporte de las 06:00 horas del 27 de septiembre de 2024, proporcionado por la OCRB-CONAGUA. .
Los embalses claves de la región están operando por encima de su capacidad promedio, lo que representa un alivio después de largos periodos de sequía en el estado.
Presa La Boca
Se encuentra al 106.77 por ciento de su capacidad, con un almacenamiento de 37.36 millones de metros cúbicos (Mm³). Este embalse, que es uno de los principales atractivos turísticos del estado y provee agua al área metropolitana de Monterrey, está operando sobre el Nivel de Aguas Máximas Ordinarias (NAMO) debido a las recientes precipitaciones.
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Presa Cerro Prieto
Que había registrado niveles críticamente bajos en meses anteriores, ha alcanzado un 112.19 por ciento de su capacidad, almacenando 336.56 Mm³. Este incremento en el volumen representa una mejora significativa, especialmente considerando la vulnerabilidad hídrica que enfrentaba esta presa ubicada en el municipio de Linares.
Presa El Cuchillo
La más importante del estado en términos de abastecimiento, reporta un 94.77 por ciento de llenado, con un volumen de 1064.41 Mm³. Aunque no ha llegado a superar el 100 por ciento, estos niveles son positivos y garantizan el suministro de agua para la población de Monterrey y su zona conurbada.
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Riesgos de tener altos niveles de agua en las presas
Los niveles elevados en las presas son una señal alentadora para el estado, que ha enfrentado crisis hídricas en los últimos años. Estas cifras indican una mejora considerable en la capacidad de almacenamiento de agua, lo que podría aliviar la presión sobre el suministro de agua potable en la región, especialmente en los meses de mayor demanda.
Sin embargo, los niveles que superan el 100 por ciento en presas como La Boca y Cerro Prieto obligan a las autoridades a estar alertas ante la posibilidad de liberar agua para evitar riesgos de inundaciones en las áreas circundantes.
La Comisión Nacional del Agua (CONAGUA) y Protección Civil mantienen un monitoreo constante para gestionar el caudal de los embalses y evitar daños en comunidades cercanas.
A pesar de esta recuperación temporal, expertos y autoridades subrayan la necesidad de implementar estrategias a largo plazo para la gestión del agua en Nuevo León. Las soluciones a la crisis hídrica pasan por una infraestructura hídrica más robusta, campañas de concientización para el uso eficiente del agua y políticas de conservación más estrictas, tanto en el sector público como privado.
Además, la posibilidad de seguir dependiendo de lluvias es cada vez más incierta debido a los cambios climáticos, por lo que el estado deberá seguir enfocando esfuerzos en proyectos alternos como la construcción de nuevas presas y la captación de agua de fuentes subterráneas.