El estado de Nuevo León ha experimentado un notable incremento en los niveles de sus principales presas, un alivio significativo en medio de la preocupación por el abastecimiento de agua que había sido una constante en los últimos meses.
Según el reporte del 22 de agosto de 2024 emitido por la Oficina Central de Regiones de la Cuenca (OCRB) de la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA), las presas La Boca, Cerro Prieto y El Cuchillo muestran cifras alentadoras que superan o se acercan a su capacidad máxima.
Presa La Boca: más allá de su capacidad ordinaria
La Presa La Boca, una de las más pequeñas pero cruciales para el área metropolitana de Monterrey, ha alcanzado un 105.46 por ciento de su capacidad normal de almacenamiento para épocas de lluvia, con un volumen de 36 mil 912 millones de metros cúbicos (Mm³).
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Presa Cerro Prieto: un almacenamiento extraordinario
La Presa Cerro Prieto, ubicada en el municipio de Linares, ha registrado un 110.10 por ciento de su capacidad, con un almacenamiento total de 330 mil 313 Mm³.
Este es un nivel es bueno, considerando que la presa había enfrentado serios problemas de sequía en años anteriores, afectando el suministro de agua para la población.
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Presa El Cuchillo: alcanzando niveles seguros
Por su parte, la Presa El Cuchillo, la más grande y vital para la región, ha alcanzado un 89.32 por ciento de su capacidad, con un almacenamiento de 1003.16 Mm³.
Aunque no ha superado su capacidad máxima como las otras dos presas, este nivel es considerado muy favorable, ya que garantiza un suministro estable y seguro de agua potable para millones de habitantes en el área metropolitana de Monterrey y sus alrededores.
Estos niveles no solo mitigan el riesgo de escasez de agua en el corto plazo, sino que también subrayan la importancia de la planificación a largo plazo para gestionar estos recursos de manera sostenible.
Sin embargo, el hecho de que dos de las presas hayan superado su capacidad ordinaria también plantea desafíos. Las autoridades deben estar atentas para evitar posibles desbordamientos y garantizar que el exceso de agua se maneje de manera eficiente, tanto para proteger las zonas aledañas como para aprovechar al máximo este recurso.