Al ver que a los pacientes con Parkinson ya no les hacían efecto los fármacos para el alivio de sus síntomas, un grupo de expertos del TecSalud implementó un nuevo tratamiento de estimulación cerebral profunda.
Con dicho tratamiento lograron reducir hasta un 50 por ciento del medicamento recetado a pacientes en terapia convencional, de acuerdo con un comunicado publicado por el sitio especializado TecScience.
El Parkinson es una enfermedad que tiende a surgir entre los 50 y 65 años y afecta a un 3 por ciento de la población en edad avanzada, aunque su incidencia se ha duplicado en los últimos 25 años y según el Instituto Nacional de Neurología y Neurocirugía hay 50 casos nuevos por cada 100 mil habitantes al año.
Te podría interesar
La enfermedad es más común en los hombres y el factor genético está presente en el 15 por ciento de los casos.
Fortino Salazar, neurocirujano e integrante del grupo de expertos del TecSalud que implementó este nuevo tratamiento, explicó que al año reciben unos 20 pacientes por temblores graves o discapacitantes, que ya no responden a la medicación que ya no responden a la medicación.
Te podría interesar
Desde los años sesenta los médicos recetan levodopa, a los pacientes con Parkinson, se trata de un precursor metabólico de la dopamina que ayuda al movimiento y la coordinación corporal. Pero para muchas personas esto ya no es suficiente.
¿En qué consiste el tratamiento de estimulación cerebral profunda?
Esta técnica utiliza corriente eléctrica para dominar la actividad cerebral a través de la colocación de electrodos en el cerebro y una batería bajo el pecho a modo de marcapasos, según el estudio publicado.
En abril del 2024, un paciente de 65 años con Parkinson que no respondía al tratamiento convencional, se convirtió en la primera persona en México en recibir implantes de electrodos bidireccionales de Estimulación Cerebral Profunda.
Fortino Salazar, neurocirujano de TecSalud, que participó en el procedimiento, explicó que, en promedio, el tratamiento reduce en un 50 por ciento la cantidad de medicamento que se utiliza de manera tradicional.
Los electrodos implantados permanecen de por vida en el cerebro del paciente y se adaptan para contrarrestar las señales anómalas asociadas al Parkinson y síntomas como temblor de reposo, rigidez y lentitud en los movimientos, y alteraciones para caminar.