El anuncio del magnate Elon Musk de frenar la construcción de la planta de Tesla en Nuevo León permeó en todas las áreas, especialmente en el ámbito la laboral, por la promesa de empleos que ya no llegarían a la entidad.
Desde que se anunció la construcción de esta planta hasta la actualidad, el número de posibles empleos que traería ha variado, pues las cifras proporcionadas por el Gobierno Estatal distan de lo anunciado por Tesla.
En diciembre del año pasado, el Consejo de Desarrollo Económico estatal autorizó una reducción del Impuesto Sobre Nómina (ISN) por 2 mil 627 millones de pesos, equivalentes al 3.37 por ciento de la inversión total de Tesla, como parte de los incentivos fiscales para que se estableciera la compañía en Nuevo León.
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En ese momento, las autoridades afirmaron que era el proyecto de inversión más grande de la historia de Nuevo León, con un total de 4 mil 500 millones de dólares y la promesa de más de 4 mil 500 empleos. Además, se acordó que el 60 por viento será de proveeduría local.
No obstante, el Gobernador Samuel García había dicho en marzo del año pasado que la instalación de la empresa podría generar entre 35 mil y 40 mil empleos, entre directos e indirectos.Además de un incremento del sueldo promedio de los trabajadores del estado de entre un 20 y un 25 por ciento.
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La realidad es que actualmente Tesla solo oferta dos vacantes para Nuevo León, de los 31 puestos que había el año pasado.
A nivel global, Tesla redujo un 10 por ciento de su fuerza laboral como una medida de ahorro, pero el cierre de vacantes en Nuevo León también es una consecuencia del clima político en Estados Unidos.
Y es que el pasado 23 de julio, Musk dijo que detendría los trabajos hasta que se defina al ganador o ganadora de la elección presidencial de Estados Unidos el próximo 5 de noviembre, debido a que el candidato republicano Donald Trump, amenazó con imponer aranceles a los vehículos producidos en México.