Monterrey, una de las ciudades más conocidas del norte del país y la cual se ubica en el estado de Nuevo León, recientemente fue catalogada como una de las ciudades más caras no solo de México, sino de toda Latinoamérica.
De acuerdo con el ranking de ciudades más costosas del mundo elaborado por Numbeo, la capital de Nuevo León ha escalado posiciones de manera notable en los últimos dos años y medio. Actualmente, ocupa el lugar 103 a nivel global, lo que la convierte en la segunda ciudad más cara de América Latina, superada únicamente por Montevideo, Uruguay.
Según Numbeo, Monterrey ha mantenido una tendencia ascendente en el costo de vida desde principios de 2022, cuando se encontraba en la posición 429. Este crecimiento ha hecho que la ciudad sea, por cinco semestres consecutivos, la más cara de México, situándose por delante de la Ciudad de México y Guadalajara, que ocupan los lugares 119 y 131, respectivamente.
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Numbeo utiliza a Nueva York como referencia base para su análisis, estableciendo un índice de 100 para esta ciudad. Los resultados indican que Monterrey, aunque sigue siendo más barata que Nueva York, ha visto cómo su índice de costo de vida ha aumentado considerablemente. El índice actual para Monterrey es de 50.2 puntos, comparado con los 42.2 puntos del año pasado, reflejando un incremento significativo en el costo de bienes y servicios.
¿Por qué aumentó el costo de vida?
El aumento en el costo de vida en Monterrey puede atribuirse a varios factores. Entre ellos, destaca la fortaleza del tipo de cambio y el repunte de la inflación en México en los últimos años. Además, el fenómeno del nearshoring ha generado un impacto en la movilidad de la población, atrayendo a más personas de pequeñas localidades hacia grandes urbes como Monterrey, lo que a su vez ha incrementado la demanda y los precios de bienes y servicios.
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Los gastos más significativos en Monterrey incluyen la renta, alimentos, y servicios en restaurantes.
El índice de renta muestra que el costo de alquilar una vivienda en Monterrey ha subido, siendo ahora solo un 74.8% más barato que en Nueva York, en comparación con el 82.9% del año pasado. En cuanto a los comestibles, el costo ha incrementado de 39.4 puntos a 49.3 puntos, lo que significa que antes era casi 61% más barato adquirir estos productos aquí que en Nueva York, ahora es solamente 50.7% más barato.
Con la continua llegada de inversiones y la movilidad de la población hacia la ciudad, es probable que los costos sigan aumentando, desafiando a los residentes a adaptarse a estas nuevas condiciones económicas.