La Refinería de Cadereyta aseguró su continuidad operativa tras recibir una suspensión de amparo este viernes, otorgada por el Primer Tribunal Colegiado en Materia Administrativa del Cuarto Circuito.
Esta medida protege a la refinería de posibles detenciones de sus actividades y de la realización de inspecciones u otras acciones que podrían interrumpir su funcionamiento.
El acuerdo de suspensión especifica la oposición a cualquier inspección, clausura o suspensión de actividades, argumentando que una clausura representaría un riesgo significativo para la economía y el abastecimiento de combustible.
La refinería buscó esta protección judicial en respuesta a los reclamos de organizaciones ciudadanas, alcaldes y funcionarios estatales respecto a las emisiones que produce y su impacto en la calidad del aire en el área metropolitana y sus alrededores.
A pesar de las acusaciones, el Tribunal concluyó que no existe evidencia que vincule la operación de la refinería con la contaminación actual.
Fue el magistrado Héctor Guillermo Maldonado, encargado de leer el proyecto, quien dio a conocer el fallo a favor de la planta de Pemex.
"No existe dato de prueba que acredite de manera fehaciente que la contaminación en el estado de Nuevo León hubiese surgido con motivo de las actividades desarrolladas por la Refinería quejosa, para ello se requiere un estudio científico que así lo demuestre", indica el documento.
El anuncio de la suspensión provocó la reacción del gobernador de Nuevo León, Samuel García, quien expresó su desacuerdo y criticó a los magistrados que concedieron la suspensión.
"Pues de manera por demás burda e increíble, el Primer Tribunal Colegiado de Circuito de Nuevo León en materia administrativa acaba de otorgar una suspensión a la Refinería, inaudito, los amparos y suspensiones se dan a los particulares por sus derechos humanos no a una Refinería tóxica, con ello impide que el estado audite, inspeccione y sancione a la Refinería", indicó el gobernador en redes sociales.