El crecimiento de la cultura ciclista en Monterrey y su área metropolitana ha enfrentado desafíos significativos. Aunque existen esfuerzos aislados para construir ciclovías, expertos señalan que estos no son suficientes para impulsar un cambio significativo hacia el uso de la bicicleta como medio de transporte cotidiano.
Nuevo León cuenta con apenas 32 kilómetros de ciclovías, muy por debajo de Ciudad de México (500 km) y Guadalajara (300 km).
Según Luis Gómez, integrante del colectivo Pueblo Bicicletero, el problema radica en la falta de una red interconectada que permita a los ciclistas llegar a sus destinos de forma eficiente.
Te podría interesar
Las ciclovías suelen ser instaladas en lugares donde generan menor conflicto con los automovilistas, limitando su funcionalidad.
“Debemos conectar estas vías con estaciones de transporte, centros de trabajo y recreación. Sin esa red, las ciclovías no cumplen su propósito”, enfatizó Gómez.
Te podría interesar
Expertos y activistas coinciden en que hace falta un cambio cultural que fomente la convivencia entre peatones, ciclistas y automovilistas.
“Hay resistencia por parte de los conductores a compartir el espacio público. Necesitamos aprender a respetarnos mutuamente para que estos proyectos funcionen”, explicó Gómez.
Además, la falta de educación vial agrava la situación. Durante recorridos en ciclovías de Monterrey, se han encontrado vehículos particulares y oficiales obstruyendo los carriles exclusivos, evidenciando la necesidad de mayor regulación y conciencia.
"Biciplan" La estrategia maestra para que no se concreto
El Biciplan, presentado en 2014 como un plan maestro para crear una red de 150 kilómetros de ciclovías, permanece mayormente inactivo.
Este proyecto busca integrar la bicicleta al sistema de transporte público, promoviendo su uso para trayectos cortos en el área metropolitana. Sin embargo, su implementación ha sido mínima, limitando el potencial de movilidad sustentable.
El clima, los ciclistas y las adversidades
Contrario a lo que se podría pensar, el clima de Monterrey no es una barrera insuperable para el uso de bicicletas. Ciudades como Mérida y Hermosillo, con temperaturas más altas, han logrado impulsar esta alternativa de transporte.
Lo que realmente hace falta es voluntad política y ciudadana para fomentar su uso, a través de más infraestructura, promoción y programas educativos.
¿El futuro de las ciclovías?
Para que las ciclovías sean útiles en Nuevo León, es indispensable una visión integral que priorice la movilidad no motorizada. Obras como el corredor verde de Ocampo son un avance, pero los expertos insisten en que estas deben formar parte de una red conectada y funcional.
Además, es crucial implementar campañas que promuevan el respeto y la convivencia vial, así como reforzar las sanciones contra quienes obstruyen estos espacios. Solo así se podrá consolidar una cultura ciclista que beneficie al medio ambiente y a la calidad de vida de los ciudadanos.