La Casa de Aramberri, famosa por el trágico asesinato ocurrido en 1933, recientemente fue reabierta al público como un restaurante, lo que ha generado curiosidad entre los regiomontanos.
Este inmueble, conocido por los crímenes que marcaron su historia, ahora sirve como sede de un negocio de hamburguesas, pero su pasado sigue atrayendo a visitantes interesados en conocer más sobre los hechos que conmocionaron a la ciudad hace más de 90 años.
El 5 de abril de 1933, Antonia L. de Montemayor, de 54 años, y su hija Florinda Montemayor, de 22 años, fueron brutalmente asesinadas en su hogar en la calle Aramberri.
Hoy, los restos de esta familia descansan en el Panteón Dolores, ubicado en Monterrey, sobre las calles Nicolás Bravo y José Silvestre Aramberri, en un lugar que sigue atrayendo a familiares y curiosos del caso, tal como se demuestra en múltiples videos en redes sociales, donde los usuarios comparten como es la tumba de la familia, demostrando así también que verdaderamente existieron estas personas y no se trata de solo una leyenda de Monterrey.
La tumba de la familia Montemayor, en buen estado de conservación, está cubierta de mármol y resguarda los nombres de Antonia, Florinda y Delfino.
En ella, se puede leer la fecha del trágico asesinato, recordando el 5 de abril de 1933 como el día en que madre e hija perdieron la vida.
Junto a los nombres, se encuentran mensajes emotivos que Delfino Montemayor, esposo y padre de las víctimas, dedicó a las fallecidas.
Para su esposa, dejó grabado: "Su afligido esposo dedica este recuerdo en su memoria", mientras que a su hija Florinda le dedicó las palabras: "El reflejo de tu imagen está latente en mi corazón, fuiste modelo de hija, por eso mereciste el cielo".
Este lugar no solo es frecuentado por los familiares de la familia Montemayor, sino también por aquellos interesados en la historia del crimen de Aramberri.