La Unidad Médica de Alta Especialidad (UMAE) Hospital de Cardiología No. 34 “Dr. Alfonso J. Treviño”, del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Nuevo León, arrancó el año 2024 con un trasplante de pulmón, el cual aumentará la esperanza y calidad de vida para un hombre de 56 años.
En el 2021, al paciente se le diagnosticó fibrosis pulmonar, limitando la funcionalidad de su órgano al 10%. Durante tres años, vivió con esta enfermedad, los dos últimos dependiendo de oxígeno suplementario las 24 horas para respirar.
Con un pronóstico terminal y una expectativa de vida inferior a un año, hace seis meses inició el protocolo de trasplante en la UMAE No. 34, sometiéndose a una evaluación exhaustiva.
Te podría interesar
Apenas una semana después de ingresar en la lista de espera, recibió la donación de un pulmón compatible, un acto altruista proveniente de un joven donador de 24 años con muerte cerebral por traumatismo craneoencefálico, originado en la UMAE Hospital de Traumatología y Ortopedia No. 21, también en Nuevo León.
Con este trasplante, se espera que el receptor pueda prescindir del tanque de oxígeno, mejorando de manera significativa su pronóstico y calidad de vida. La proximidad entre la unidad procuradora y receptora, ambas en Monterrey y a 20 minutos de distancia, permitió minimizar el tiempo de isquemia, vital para el éxito del trasplante.
Te podría interesar
La Dra. María del Carmen Lozano Cuevas, neumóloga y coordinadora del Programa de Trasplante Pulmonar en la UMAE No. 34, destacó la complejidad de esta cirugía, que involucra cambiar el pulmón enfermo por uno sano sin perder la circulación sanguínea y la oxigenación del paciente.
En este proceso intervienen diversas especialidades médicas, desde Cirugía y Anestesiología hasta Neumología y Terapia Intensiva. Además, es crucial el respaldo administrativo y de dirección del hospital, así como el apoyo de la Dirección General del IMSS, encabezada por el maestro Zoé Robledo.
La donación de órganos es un acto altruista en el cual una persona, ya sea en vida o después de su fallecimiento, dona sus órganos y tejidos para ser trasplantados a pacientes que los necesitan con el fin de salvar vidas o mejorar la calidad de vida de quienes padecen enfermedades graves.
Los órganos que se pueden donar incluyen corazón, pulmones, hígado, riñones, páncreas e intestinos. También se pueden donar tejidos como la piel, los huesos, las córneas y las válvulas cardíacas.