El 30 de mayo de 1967, se llevó a cabo la inauguración del Estadio Universitario, un proyecto promovido por el Patronato Universitario liderado por Manuel L. Barragán. La construcción de este estadio tomó alrededor de siete años y tenía una capacidad inicial para 52 mil personas. Para su apertura, se organizó un partido internacional entre los Rayados de Monterrey y el Atlético de Madrid, uno de los equipos más importantes de España.
El técnico del Atlético de Madrid en ese momento era el brasileño Otto Gloria, quien previamente había llevado a la selección de Portugal al tercer puesto en la Copa del Mundo de Inglaterra en 1966 y, posteriormente, en 1978, dirigiría a los Rayados de Monterrey.
El partido inaugural fue un evento importante, y las autoridades locales, exgobernadores, alcaldes y directivos de la Federación Mexicana de Futbol estuvieron presentes. El entonces gobernador de Nuevo León, Eduardo Livas Villarreal, encabezó la ceremonia.
El partido comenzó a las 20:30 horas, y más de 40,000 aficionados presenciaron el encuentro. Los Rayados intentaron tomar el control desde el principio, con "Vevé" y Raúl Chávez creando oportunidades, pero no lograron definir con éxito.
En el segundo tiempo, el Monterrey abrió el marcador con un gol de Mariano Ubiracy, después de una excelente jugada de Raúl Chávez. Sin embargo, el Atlético de Madrid igualó el marcador con un gol de José Antonio Urtiaga, y el partido terminó en empate 1-1.
La inauguración del Estadio Universitario marcó un hito en el fútbol regiomontano al proporcionar un nuevo y significativo escenario para los eventos deportivos en la región.
Este recinto volvería a vestirse de gala para un partido de Rayados en 1971, cuando “El Rey” Pelé llegó a suelo regiomontano junto a Santos de Brasil.
Los albiazules tenían como lugar de entrenamiento el Estadio Tecnológico, sin embargo, al ascender a Primera División, los partidos con mayor número de asistentes eran jugados en el ‘Volcán’.
No sería hasta 2015 cuando los Rayados tendrían el gusto de estrenar un segundo estadio en Nuevo León, esta vez el suyo: El BBVA (Gigante de Acero).
Desde entonces, los regiomontanos han tenido dos terrenos de juego en donde ver competir a los equipos rivales, y naciendo la frase “en tu casa y con tu gente” en honor a la rivalidad que existe entre las aficiones.