En presencia de sus tres hijas menores, un joven fue brutalmente ejecutado en el interior de su hogar, ubicado en la Colonia La Alianza, una zona al norte de Monterrey.
La víctima de este trágico suceso ha sido identificada como Ángel, un hombre de 28 años de edad. Sus vecinos lo describen como una persona trabajadora y amable, que siempre se esforzaba por salir adelante.
En un trágico giro de los acontecimientos, Ángel se encontraba en su hogar junto a sus tres hijas cuando la violencia irrumpió en su vida. Dos individuos armados, que llegaron a bordo de una motocicleta, entraron a la fuerza en su casa y sin piedad le dispararon a quemarropa, frente a las miradas horrorizadas de sus hijas, que resultaron ilesas.
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El estruendo repentino de los disparos rompió el silencio de la noche, alertando a los residentes cercanos, quienes de inmediato tomaron acción y contactaron a los servicios de emergencia. En cuestión de minutos, las sirenas de las ambulancias y los vehículos policiales resonaron en las calles, marcando la llegada de la ayuda tan necesaria en ese momento de crisis.
El violento ataque tuvo lugar aproximadamente a las 20:45 horas, en una residencia ubicada en la intersección de las calles Luis Rodríguez Góngora y 5 de Marzo. Este tranquilo vecindario se vio repentinamente sumido en el caos y la tragedia cuando la violencia irrumpió en medio de la noche.
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Residía con sus tres hijas, siendo la mayor de alrededor de diez años y la más joven de seis años. Sin embargo, él asumía la responsabilidad de cuidarlas por sí solo, ya que era un papá soltero.
Los primeros en responder a la llamada fueron los elementos de Fuerza Civil, quienes llegaron rápidamente al lugar del incidente para asegurar la zona. Poco después, el equipo médico de la Cruz Roja arribó, enfrentándose a una escena desgarradora al descubrir el cuerpo sin vida de Ángel en la sala de la casa. Las heridas de bala en su pecho y cabeza dejaban en claro la brutalidad del ataque perpetrado contra él. A pesar de los esfuerzos de los paramédicos, lamentablemente, ya no se podía hacer nada por salvar su vida.
Los agentes investigadores se pusieron en marcha, comenzando a entrevistar a los vecinos para recabar información crucial sobre lo sucedido. Mientras tanto, los peritos forenses se adentraron en la escena del crimen, meticulosamente recolectando evidencia tanto dentro como fuera de la vivienda. En medio de este caos controlado, una fuente confiable informó que las autoridades habían tomado la decisión de resguardar a las hijas del fallecido. La protección de los menores, quienes habían sido testigos de una violencia incomprensible.