La seguridad y actividades en Sinaloa ya fueron reestablecidas por las autoridades, luego de la detención de Ovidio Guzmán que estuvo relacionada con diversos narco bloqueos, balaceras, quema y despojo de vehículos.
El pasado jueves 5 de enero, el gobernador de Sinaloa, Rubén Rocha Moya, canceló las clases, vuelos y todo tipo de actividades para que la ciudadanía no saliera de sus hogares (prácticamente un toque de queda).
Ahora que los comercios y tiendas ya pudieron abrir con excepción de la ciudad de Culiacán, la población camina en las calles y es testigo de los rezagos de la violencia que azotó en la entidad y que fue motivo de ser una noticia mundial.
Te podría interesar
¿Un verdadero golpe al narco?
Durante el operativo ahora conocido como “Culiacanazo 2.0”, el gobierno federal informó que el saldo que dejó fue de 29 personas muertas, entre ellas, 10 militares y el resto fueron de integrantes de un grupo armado.
El presidente Andrés Manuel López Obrador lamentó las pérdidas por parte de los elementos de seguridad que cumplieron con su deber.
Te podría interesar
En algunas imágenes y videos que circulan a través de redes sociales, se puede observar cómo algunos vehículos, entre carros particulares, combis y camiones quedaron desechos por el fuego que le prendieron grupos armados.
Los rezagos de la violencia en Culiacán
Mala organización en el operativo
Algo que resalta mucho fueron las declaraciones que hizo Rubén Rocha Moya durante una conferencia de prensa, donde destacó que él no tenía conocimiento sobre el “Culiacanazo 2.0” hasta que el Secretario de Gobernación, Adán Augusto, se lo comunicó horas después.
Puede que esto haya provocado que la violencia y el medio entre la población se haya incrementado, ya que no se pudieron tomar medidas de precaución y de seguridad antes, durante y después de la detención de Ovidio Guzmán.