El Gobierno de México, a través de la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT), dio el banderazo oficial a la construcción de la cuarta ruta del Tren de Pasajeros en el país: el tramo Querétaro–Irapuato, iniciando con la obra de 30.3 kilómetros entre Querétaro y Apaseo El Grande.
El evento estuvo encabezado por el titular de la SICT, Jesús Antonio Esteva Medina, en compañía de la gobernadora de Guanajuato, Libia Dennise García Muñoz Ledo, el gobernador de Querétaro, Mauricio Kuri González, y el titular de la Agencia Reguladora del Transporte Ferroviario (ARTF), Andrés Lajous Loaeza.
Un proyecto de alto impacto regional
El nuevo tren contará con una doble vía dedicada exclusivamente al transporte de pasajeros, alcanzando velocidades máximas de entre 160 y 200 kilómetros por hora. Se prevé que beneficie a cerca de dos millones de personas, con una demanda diaria estimada de 30 mil usuarios entre Apaseo El Grande y la Ciudad de México.
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El tramo inicial incluirá dos viaductos ferroviarios ubicados en las zonas industriales de Obrajuelo y Apaseo el Alto, así como nueve pasos vehiculares elevados que garantizarán seguridad para automovilistas y pasajeros. De acuerdo con las autoridades, estas obras no interferirán con la operación del servicio de carga ni con la autopista 45D que conecta a Querétaro con Celaya e Irapuato.
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La construcción de este primer tramo generará más de 9 mil empleos, entre directos e indirectos. Además, se contemplan 15 estructuras principales, como puentes ferroviarios y obras de drenaje, diseñadas para responder a las condiciones hidrológicas de la región.
El proyecto incluye futuras estaciones en Celaya, Cortazar, Salamanca e Irapuato, este último considerado el punto de partida hacia Guadalajara.
